Madrid

La historia de amor entre el PP y el Gobierno en materia de inmigración ha durado dos semanas. El principal partido de la oposición retiró ayer su apoyo al Ejecutivo en la Ley de Extranjería y no descarta presentar una enmienda a la totalidad del texto, a pesar de que prometió al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que no lo haría. El motivo es el real decreto que el Consejo de Ministros aprobó ayer, con que se cede a Cataluña y Andalucía la gestión de los permisos de trabajo para los inmigrantes.

El portavoz de Inmigración de los populares, Rafael Hernando, estaba ayer muy enfadado: «Corbacho ha roto nuestra confianza y ha roto el pacto. Esto no es lo que acordamos. La aprobación de este real decreto supone cambiar el Reglamento de la Ley de Extranjería cuando aún no se ha aprobado esta norma. Es empezar la casa por el tejado. Nos estamos planteando enmendar la ley».

ERC – IU – ICV también se opone al texto: ayer presentó una enmienda a la totalidad porque «da carta blanca a la vulneración sistemática de los derechos fundamentales».