Los chabolistas vagan por Sevilla ante la apatía de la administración

El País, L. MEYER / Á. LUCAS, 10-07-2009

Una vía ferroviaria, un cruce de carreteras, un pedregal, un calor asfixiante y sólo 10 metros cuadrados de sombra debajo de un puente para protegerse del sol. Las 41 familias de etnia gitana que llevan vagando desde 2004 en busca de un asentamiento donde instalarse, no pudieron permanecer el pasado 30 de marzo más de una hora en este desolador paraje de las inmediaciones del parque de San Jerónimo de Sevilla “porque en esas condiciones y sin luz, ni agua, ni comida, no se podía vivir”. Lo decía entonces una de las 300 chabolistas que ayer, igual que el resto, se vio obligada a volver allí.

Los últimos cuatro días habían permanecido en el Copero, una zona al norte de Sevilla que pertenece a la Autoridad Portuaria. El puerto les conminó a abandonar la zona y ayer se marcharon flanqueados por una comitiva de patrullas de la policía y ante la apatía de las Administraciones. Era la séptima vez en el último año que estas 41 familias abandonaban un asentamiento.Los 300 chabolistas se mantienen en un éxodo imparable desde que, el pasado marzo, tuvieran que marcharse de las viviendas del Polígono Sur ante las amenazas de otro clan que les responsabiliza de la muerte por un disparo de uno de sus hijos.

Desde entonces, cada vez que han querido establecer su campamento en algún lugar han tenido que desalojarlo al poco tiempo bajo la supervisión de las autoridades, porque el Ayuntamiento de Sevilla no les permite “asentarse en ningún área del término municipal”.

Por eso, el Cuerpo Nacional de Policía siguió ayer a las furgonetas de los chabolistas hasta que se aseguraron de que volvían a las inmediaciones del parque de San Jerónimo, una zona alejada que no pertenece a ciudad, sino a la Junta.

“No nos dejan ni a sol ni a sombra”, decía una chabolista en referencia a los agentes, “hemos vuelto al sitio en el que estábamos antes para recoger algunas cosas y los hemos tenido detrás todo el rato. Creo que se quieren asegurar de que nos vamos a quedar aquí”.

El miembro de otra familia añadía, desolado, y tras gritarle a su hijo de apenas cinco años que no corriera por las vías del tren, que al final se van a ver “obligados a volver al Polígono Sur, porque no se puede vivir de esta forma”.

Una vez más, las familias no aguantaron más de tres horas en la cocina del infierno de las inmediaciones del parque de San Jerónimo y se trasladaron durante la tarde junto a la antigua discoteca Recua, lugar en el que ya habían estado antes algunas de ellas. “Aquí tampoco tenemos luz ni agua, pero estamos más cerca de tiendas donde poder comprar comida. Estamos muy cansados y hartos, llevamos todo el día moviéndonos, de momento nos quedaremos aquí a pasar la noche. Mañana ya veremos”, comentaba un chabolista. La Policía no ha puesto oposición alguna.

Las administraciones se han inhibido de dar respuestas desde el pasado viernes. El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, remitió una carta el pasado sábado en la que comunicaba que apoyaría a la Junta en cualquier decisión que tomara para solucionar el problema. Ayer por la mañana se reunió con el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, quien afirmó que se están “buscando soluciones”, pero que el tema es “muy complejo”.

Micaela Navarro, consejera de Igualdad, es la única que ha hablado en nombre de la Junta en estos días y se ha limitado a decir que están trabajando de forma conjunta varias administraciones y que las familias han rechazado la medida ofrecida de llevar a un centro de acogida a los menores y a las madres menores de edad. Los chabolistas la rechazaron por querer mantener la unidad familiar.

Por su parte, el Ayuntamiento de Sevilla instó ayer a las familias a “actuar dentro de la ley”, ante la sospecha de que están planteándose volver al Polígono Sur. La mayoría de las familias tiene precintada su vivienda, ya que las autoridades investigan si vivían allí en situación irregular.

El Ayuntamiento aprobó una ayuda de 305.000 euros para realizar talleres de verano con los niños de los chabolistas, que iba a aplicarse a partir del jueves pasado, pero, de momento, permanece en suspenso.

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