un nuevo género policiaco refleja la violencia de áfricA

Negro sobre negro: un nuevo género policíaco refleja la violencia de África

La Razón, 09-07-2009

En una urbanización de los suburbios de París han encontrado el cadáver de Danga en un viernes 13. Era originario de una república (imaginaria) africana llamada Kalina. Según sus allegados, Danga era un hombre afable. Y según la policía criminal carecía de antecedentes penales. Lejos de las deducciones frías de Hércules Poirot, Sherlock Holmes, Miss Marple, o el inspector Maigret, el comisario Cardoso intenta resolver el crimen con impaciencia, pero con minucia… aún así, el tiempo pasa rápidamente, los muertos se acumulan y  los sospechosos tienen coartadas aparentemente convincentes.

 

El primer autor africano

 

Tres posibles motivos pueden estar al origen de su muerte. Danga vivía con una mujer magrebí que estaba en instancia de divorcio; Danga era miembro activo del opositor Partido Obrero de Kalina (POK) que lucha firmemente contra un dictador africano y, por último, Danga estaba, según algunos testigos, implicado en negocios turbios. El comisario Cardoso tiene que determinar si se trata de un crimen pasional, un crimen político o un ajuste de cuentas.     

 

La historia de Danga es el meollo de «Agence Black Foussa», la primera novela negra de un autor del África negra publicada en 1996 en la mítica y prestigiosa «Série noire» de la editorial Gallimard en Francia. El autor de dicha novela es Achille F. Ngoye, un peridodista nacido en Congo Democrático, fundador de «Jeunes pour Jeunes», una revista de BD. La novela, en general, es un género occidental por excelencia, género que llegaría (con la colonización europea) a África, de forma más o menos consolidada, hasta los años 50. Hasta entonces la poesía era el género predominante.

 

En cuanto a la novela negra, en particular, Achille Ngoye y su primera novela abren un género jamás cultivado y considerado superfluo, nada inmediato para los autores africanos.

 

En muchos casos, un género despreciado por autores y lectores ansiosos de entrever la historia inmediata del continente, sobre todo en la ficción. Sin embargo,  con su segunda novela, «Sorcellerie à bout portant», igualmente publicado en la «Série noire», no solo consolida su propio oficio del género… sino (lo más interesante de todo) abría unas perspectivas para que el género se cultivara sin complejo en el África negra por otros jóvenes autores, para que fuera un género más entre tantos. Entre otros títulos inolvidables habría que recordar «La polyandre» (1998) del congoleño Bolya, «La vie en spirale» (1998) y «Ramata» (2000) del senegalés Abasse Ndione y «L’assassin du Banconi» (2002) del maliense Moussa Konaté. Estas novelas comparten con el universo sombrío de Achille Ngoye rasgos comunes: el cultivo y la conservación de los ingredientes (el crimen, el suspense, una mujer atractiva) de la novela negra, pero adaptados a rasgos distintivos de la realidad político – económica de África y de la violencia estructural de la sociedad poscolonial del continente. Escritas con el argot, mezcla de las lenguas africanas con el francés, dos escenarios centrales (África y los suburbios creados en grandes ciudades occidentales) predominan y están relacionados.

 

A su propia suerte

 

Diferentes unas de las otras, estas novelas aparecen, en muchos casos, como una prospección de los bajos mundos y de los marginales abandonados a su propia suerte, y que tienen que sobrevivir con la prostitución, el tráfico de drogas, la falsificación de las tarjetas de residencia, las intrigas políticas, la estafa, la videncia o la brujería… y tienen que emplear toda clase de artimañas para hacer frente a las dificultades materiales de la existencia.  El escritor Yashmina Khadra (el que mejor ha reflejado la realidad y las consecuencias de la guerra civil en Argelia), el congoleño Achille Ngoye, el senegalés Abasse Ndione y el maliense Moussa Konaté no solo confirman la existencia de la novela negra en África negra, sino también demuestran un uso original del género, con la ventaja de entrever esa África negra desde un sombrío y violento pero inédito  punto de vista.

 

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)