China impone el toque de queda en Urumqui ante los disturbios

Las autoridades chinas reconocen que numerosos ciudadanos incontrolados de la etnia han se lanzaron a la calle con palos y machetes "a la caza" de los uigures, a los que acusan de provocar la peor revuelta de los últimos veinte años.

El Día, , 08-07-2009
EFE, Pekín

Las autoridades de Xinjiang impusieron ayer el toque de queda en la capital, Urumqi, después de que se registraran nuevos enfrentamientos entre ciudadanos de la etnia han y de la etnia uigur, que siguen a los disturbios del domingo en esta región del noroeste del país en los que las últimas cifras hablan de 156 muertos, más de un millar de heridos y alrededor de 1.400 detenidos.

El secretario del comité del Partido Comunista de China en Xinjiang, Wang Lequan, anunció que tras los últimos incidentes de esta mañana estará en vigor un toque de queda en Urumqi entre las 21:00 hora local de ayer y las 8:00 horas de hoy y se llevarán a cabo “controles de tráfico” durante estas horas con el fin de evitar nuevos enfrentamientos entre ciudadanos han y uigures.

Wang Lequan aprovechó igualmente para hacer un llamamiento a la contención a ambas partes, al tiempo que reconoció que algunos han se echaron ayer a las calles en Urumqi en un intento por enfrentarse a los uigures y apuntó que “es completamente innecesario”.

“Se debería prohibir la confrontación étnica definitivamente”, consideró el dirigente comunista, que aseveró que “ni los hanes ni los uigures quieren ver que se ataca a los hanes y lo mismo ocurre a la inversa. Si los hanes atacan a uigures inocentes también es desgarrador”.

“Los miembros de las familias de aquellos que han estado implicados en la violencia son inocentes y deberíamos mantener la mente fría y no dejarnos enloquecer por los enemigos”, opinó Wang, para quien “nuestros objetivos deberían ser las fuerzas hostiles tanto en el interior como en el exterior y los criminales, en lugar de nuestros hermanos y hermanos de diferente etnia”.

Así pues, numerosos hanes armados con barras de hierro y machetes se echaron a las calles persiguiendo a residentes uigures en busca de venganza por los disturbios del pasado domingo, durante los que según las autoridades chinas manifestantes uigures atacaron indiscriminadamente a ciudadanos han.

Los agentes antidisturbios, que se vieron desbordados, se vieron obligados a lanzar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que se habían congregado en Urumqi.

A su vez, los policías se vieron obligados a intervenir con el fin de impedir que se produjeran más víctimas, hecho que, por el momento, han confirmado fuentes oficiales y los medios de comunicación desplazados a la zona.

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