La marcha de inmigrantes por la crisis resta 1.400 alumnos a los colegios

Por segundo año consecutivo, las aulas canarias registran un descenso de alumnos de Infantil y Primaria como consecuencia de la vuelta a sus lugares de origen de población inmigrante. La nueva realidad social obliga a "rediseñar" el mapa escolar y a orientar la política de infraestructuras a la remodelación de centros.

El Día, , 08-07-2009
M. GÓMEZ, S/C de Tenerife

Los primeros datos de matrícula en los centros educativos canarios para el próximo curso parecen confirmar la consolidación de una tendencia iniciada en 2008: el descenso de alumnos en las aulas como consecuencia, fundamentalmente, de la crisis económica, que ha hecho abandonar las Islas a parte de la población inmigrante llegada durante los últimos años.

Las matrículas formalizadas en julio apuntan a una disminución de 1.400 alumnos de Infantil y Primaria. Todas las islas se ven afectadas por este fenómeno, aunque son las capitalinas, por su mayor volumen demográfica, las que lo están en mayor medida. Así, Gran Canaria pierde 512 estudiantes y Tenerife 396, mientras que la población escolar de El Hierro se reduce en once alumnos, la de La Gomera en 54, la de La Palma en 112, la de Lanzarote en nueve y la de Fuerteventura en 297. Por niveles, el descenso es mayor en Primaria (704) que en Infantil (696). De hecho, Infantil de tres años es el único curso que experimenta un ligero aumento (124 niños).

Estas cifras fueron expuestas ayer por el viceconsejero de Educación del Gobierno regional, Gonzalo Marrero, quien explicó esta situación por el “retorno a sus lugares de origen o a otros de un sector de la población inmigrante relativamente joven”. Los datos son provisionales variarán tras la matrícula extraordinaria de septiembre y únicamente corresponden a los centros públicos.

Los de los centros concertados se conocerán en septiembre, aunque no se esperan grandes cambios respecto al curso actual. No obstante, Marrero señaló que “con las debidas cautelas, se está produciendo un pequeño trasvase” de alumnado de los centros concertados hacia los públicos, que no afecta, matizó, a los colegios privados “con mayor peso e historia”. La crisis también estaría detrás de esta situación.

Los cambios sociales experimentados en Canarias obligan al Gobierno a “acometer el rediseño del mapa escolar” de la región y a modificar las políticas en materia de infraestructuras, que ahora deberán estar orientadas a la “remodelación de muchos centros que ya tienen muchos años”, de forma que puedan, entre otros aspectos, facilitar el uso de las energías alternativas y contar con un diseño “más ecológico”.

También en relación con las infraestructuras, el viceconsejero anunció la finalización de seis obras: el CEIP La Jurada y las ampliaciones de los CEIP Los Abrigos y Abona, en Granadilla; el IES Fabelo y el CEIP San José de Calasanz, en Puerto del Rosario; y el CEIP Asomada-Macher, en Tías.

Entre los datos más destacados del curso 2008-2009, Gonzalo Marrero se refirió a la “consolidación” de las denominadas “medidas de calidad” impulsadas por el Ejecutivo, especialmente la acogida temprana de alumnos y el refuerzo educativo en horario de tarde.

La primera ha sido desarrollada por 313 centros de Canarias y ha beneficiado a 9.935 alumnos, mientras que el refuerzo se ha ofrecido en 159 centros y a 4.634 estudiantes. Ambas medidas, según Marrero, han superado las expectativas iniciales.

Por su parte, el inspector general de la Comunidad Autónoma, Francisco Castellano, cifró en un 98% y en un 79%, respectivamente, la proporción de centros de las Islas que han realizado este curso actividades complementarias y extraescolares. Tanto Castellano como Marrero elogiaron “la implicación del profesorado” en esta labor.

En este sentido, el viceconsejero de Educación indicó que, pese al llamamiento a los profesores de algunas organizaciones sindicales a no realizar estas actividades como medida de presión para reclamar la homologación salarial, su nivel de ejecución ha sido similar al del curso 2007-2008. “Hay algunos centros, muy minoritarios, que no las han desarrollado, pero la tendencia coincide con la de los últimos años”, observó Gonzalo Marrero.

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