El Ayuntamiento instaló la semana pasada dos rejas de casi tres metros de alto en los arcos del viaducto de Segovia para evitar que allí durmiera un grupo de 40 indigentes, la mayoría inmigrantes. Pero las vallas no les han frenado. Ayer uno de ellos se colaba por entre las rejas. Otro de sus compañeros, con una escalera artesanal, esperaba su turno para rebasar el cerco.
“La valla se instaló a petición de la Junta del Distrito para evitar que siga el deterioro de esa zona; los vecinos se quejaban de los malos olores de los orines y las defecaciones”, explicó una portavoz del Ayuntamiento. Esta medida fue criticada por la portavoz de IU, Milagros Hernández. “En Madrid hay 6.000 personas sin hogar; hay que buscar medidas integrales. Las personas que sacaron del viaducto se irán de allí a otra parte”.