El menor que delinque y reincide se aleja del estereotipo y coincide con el de un joven vasco

la infracción más común dentro del colectivo en la CAV es el robo con fuerza La reincidencia se convierte en hábito en el 40% de los menores de 18 años que comete una falta o un delito

Diario de noticias de Alava, axier burdain, 07-07-2009

vitoria. Conocer la realidad de la delincuencia juvenil y, más concretamente, la tendencia a reincidir que presentan los menores de edad en la CAV, resulta determinante para evitar situaciones de alarma social, rechazo y temor. Por este motivo, el Departamento de Justicia del Gobierno Vasco ha elaborado un detallado informe que concluye que un 40,6% de los menores que cometieron un delito en la comunidad desde el año 2003 ha reincidido al menos en una ocasión. De los 230 jóvenes que cumplieron medidas “en medio abierto” a partir del citado año tratamiento ambulatorio, libertad vigilada, prestaciones en beneficio de la comunidad, tareas socioeducativas y convivencia con otras personas o grupos, 38 cometieron otro delito, 36 más entre dos y tres delitos más, 13 entre 4 y 10 y 4 más de 10. El quebrantamiento de la ley más común en estos casos fue el robo con fuerza e intimidación. Un total de 133, el 59,4%, no sucumbieron a la tentación de la salida fácil, interiorizaron el mensaje transmitido a través de la medida abierta y se mantuvieron dentro de la legalidad.

El informe, redactado por los psicólogos de la UPV César San Juan Guillén y Estefanía Ocáriz Passevant, sirve para erradicar, de paso, algunos de los tópicos y acusaciones infundadas que circulan en torno a la delincuencia juvenil “sobre todo hacia algunos grupos, como es el caso concreto de los menores extranjeros no acompañados”, un colectivo que, a juicio de los autores, recibe un excesivo maltrato por parte de los medios. “Una excesiva focalización de los medios de comunicación en la delincuencia protagonizada por extranjeros en general, unida a la pertenencia a determinado colectivo o grupo étnico, incluso la apariencia estética que muestran algunos colectivos de menores extranjeros acompañados o no, contribuyen a generar en la población una cierta sensación de inseguridad que puede llegar a estigmatizar a todo el colectivo”, señalan.

Lo cierto es que el perfil del menor delincuente y reincidente en la CAV sorprende, sobre todo por lo alejado del estereotipo. Un 90% es varón y el 76% ha nacido en la propia comunidad autónoma. Sólo el 14% de ellos es extranjero y, de este grupo, el apartado más numeroso un 8% corresponde a jóvenes procedentes del Magreb. En cuanto al número de hermanos, un 32,6% son hijos únicos o tienen un solo hermano, un 44,9% tiene entre 2 y 4 y el 22,5% restante, 5 hermanos o más. Más de la mitad de los reincidentes padece una situación socioeconómica “insuficiente”, un 44% “suficiente” y sólo un 4% “alta”. La mayoría de ellos, el 78%, vive en el seno de una familia estructurada, aunque el 66% ha sufrido una “ruptura de vínculos”, entendida como una separación entre el menor y sus familiares directos.

En resumen, el menor que delinque y repite comportamiento dentro de la CAV es un varón nacido en Euskadi con varios hermanos que vive en una familia estructurada aunque con recursos socioeconómicos insuficientes y que ha padecido una separación de sus parientes más directos.

Siempre dentro del grupo de jóvenes que ha cumplido medidas educativas dentro del sistema denominado “medio abierto”, es decir, sin ningún tipo de internamiento, la mayor parte de ellos un 46,5% ha pagado la comisión de sus delitos con prestaciones en beneficio de la comunidad, mientras que otro 37% se ha sometido a libertad vigilada.

Una elevada tasa de los jóvenes que se ven envueltos en esta espiral de delitos y reincidencia presentan una situación escolar preocupante. Un 69,4% de los menores sometidos a estudio se encontraban sin matricular y sin ningún tipo de obligación formativa. Este porcentaje de no matriculados disminuye hasta el 52,4% después de la intervención educativa y la tasa de rendimiento académico “positivo” crece del 6,1% previo a las medidas hasta el 25,8%, lo cual constituye un rayo de esperanza para el sistema.

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