Madrid – La llegada de peruanos a España se ha producido en tres etapas. La primera, en los años 70, fue la más lenta, y la protagonizaron profesionales y empresarios. Los flujos coincidieron con el Gobierno del general Velasco Alvarado. El segundo movimiento llegó como consecuencia del periodo sangriento protagonizado por Sendero Luminoso, que creó gran inseguridad.
La tercera ola llegó con los problemas económicos que atravesó el país en los 90 y al calor de la bonanza económica en Europa, con la fortaleza del dólar y el efecto llamada de las regularizaciones del Gobierno español. El padrón municipal tiene registrados a 121.932 peruanos.
Un grupo muy organizado
Es una de las inmigraciones más organizadas. La mayoría llega con un contrato de larga duración y procede de zonas urbanas, con experiencia laboral y un alto nivel educativo. Con todo, se ven obligados a desarrollar otras profesiones debido a la dificultad de homologar los títulos. Por la falta de oferta en sus especialidades, deben rebajar su categoría.
En general, están empleados en oficinas en el sector servicios y en la construcción. Las mujeres trabajan en el servicio doméstico, en el cuidado de enfermos y en la hostelería. Son de los pocos inmigrantes sudamericanos que no consideran el trabajo en el campo como una opción.
El colectivo se ha integrado muy bien en la sociedad española. Ejemplo de ello es que no se concentran en grandes núcleos. El 80 por ciento vive en Madrid (55.205) y Cataluña (32.713), seguidos de la Comunidad Valenciana (4.846) y Andalucía (4.606).