Los inmigrantes son quienes más están abocados al trabajo clandestino. La necesidad de cubrir sus necesidades, en medio de la crisis, les fuerza a aceptar todo tipo de condiciones laborales. Más de 35.000 trabajadores extranjeros perdieron su empleo en la Comunitat Valenciana durante el pasado año, y otros miles más se le han sumado en el presente ejercicio, hasta alcanzar una cifra total el junio de 70.306. El Observatorio de Inmigración de la Universidad de Alicante sostiene que en la mayoría de los casos se adentran en la economía sumergida.
Las estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo reflejan claramente que seis de cada diez desempleados extranjeros no cobran ningún tipo de prestación Y aunque los datos oficiales no lo refleje, se han disparado los casos de abusos, especialmente entre la población más vulnerable, los extranjeros.
Otra cuestión es que con los actuales recursos de control por parte de la Administración se puedan aflorar los casos de fraude. Y es que en el primer semestre del año, Inspección de Trabajo efectuó 734 actuaciones en materia de extranjeros y sólo 180 infracciones, frente a las 754 y 245, respectivamente de 2008.