Un plan demuestra la “alta integración” de la población inmigrante en Navarra. Así dijo ayer la directora general de Asuntos Sociales y Cooperación al Desarrollo del Gobierno de Navarra, Marta Álvarez, que destacó que el modelo migratorio avanzó hacia la regularización con la reagrupación de familiares o la construcción de familias nuevas, y que los inmigrantes consiguieron mejores empleos o tuvieron acceso a viviendas en condiciones más óptimas.

Marta Álvarez expuso la evaluación del Plan de Integración Social de la Población Inmigrante en Navarra en 2002 – 2006. “Aunque muestra aspectos que se deben mejorar, el plan realiza una valoración positiva. La crisis económica afecta a toda la sociedad y con más intensidad a los inmigrantes. También es cierto que las mejoras obtenidas en el periodo en el que se llevó a cabo el plan han supuesto para muchos de ellos encontrarse en una posición mejor para afrontar la crisis”, señaló. Resaltó que la mayor inmigración procede del este de Europa, cuando antes el porcentaje más alto llegaba de América Latina.

Miguel Laparra Navarro, director de la Escuela de Trabajo Social de la UPNA y coordinador del equipo Alter, evaluador del plan, hizo hincapié en que el plan se llevó a cabo en un contexto de desarrollo económico. “La crisis llega a amenazar, en ciertos casos, el modelo de integración evaluado en el plan. Ha sido positivo, pero está sujeto a fuertes tensiones y amenazas. En Navarra, durante el primer trimestre del año, se ha producido un descenso del 3% de las personas con permiso de residencia. La crisis está destruyendo muchos de los logros sociales conseguidos en periodos anteriores. Hay que verla como un gran reto pero también como una importante oportunidad”, indicó.