parís. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, reestructurará mañana su gobierno, anunció ayer en un histórico discurso ante las dos cámaras del Parlamento reunidas en el Palacio de Versalles.

La reestructuración se hizo necesaria porque el ministro de Agricultura, Michel Barnier, y la ministra de Justicia, Rachida Dati, lograron un escaño en el Parlamento Europeo el pasado 7 de junio, por lo que salen del gobierno. Sin embargo, el ministro de Trabajo, Brice Hortefeux, elegido también en la Eurocámara pese a ocupar un lugar desfavorecido en la lista de candidatos, permanecerá en el gobierno francés.

Tras el éxito de los Verdes en las europeas, que disputaron incluso el segundo puesto a los socialistas, se esperaba que el presidente diera señales favorables a una política medioambiental en un nuevo gabinete. Candidatos ideales serían mujeres jóvenes procedentes de familias inmigrantes con vínculos con partidos de izquierda o verdes, señalaron los analistas. En su discurso, el presidente anunció también la introducción de un impuesto medioambiental (impuesto al carbono).

Sarkozy es el primer presidente en dirigirse al conjunto del Legislativo en 150 años. El último que lo hizo fue Charles – Louis Napoleon en 1848.

contra el burka Por otra parte, Sarkozy se pronunció sobre el debate en torno a una posible prohibición del burka en el país, al considerarlo un signo de sometimiento y represión de la mujer, algo que no gusta ver en Francia, dijo. “El problema del burka no es religioso, sino un problema de libertad y de dignidad de la mujer”. Consideró que la comisión de investigación prevista en la Asamblea Nacional es el camino correcto para seguir ocupándose del tema. Un diputado comunista lo solicitó la semana pasada y hasta ayer había recibido el apoyo de más de 80 diputados que firmaron la propuesta.

Sarkozy también consideró que la crisis económica supone una oportunidad para extender “los valores franceses” de regulación económica a todo el mundo, al mismo tiempo que defendió el déficit presupuestario vinculado a la crisis y abogó por un nuevo pacto social con los sindicatos y empresas.

Sarkozy distinguió el “déficit estructural” surgido por la financiación del gasto público mediante créditos, que debe reducirse a cero, del “buen déficit” para combatir la crisis que sirve como un “freno social”. Ese déficit, que surge de una recaudación más baja de impuestos y mayores gastos sociales, ayuda a mermar los efectos de la crisis.

Los parlamentarios de la derecha se pusieron incluso en pie para aplaudirle, mientras que los de la izquierda que acudieron a escucharle, – sólo los socialistas porque los comunistas y verdes decidieron boicotearle – , permanecieron impasibles en todo momento.

Para el ex primer ministro socialista, Laurent Fabius, el presidente había pronunciado un discurso “decepcionante”, que no aportó nada nuevo, algo similar a lo que opina la responsable de los Verdes, Cécile Duflot, quien criticó la falta de “anuncios precisos y nuevos” en la alocución presidencial.

Desde la gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP), sin embargo, su secretario general, Xavier Bertrand, la calificó de “particularmente fuerte”.

Fue una intervención de 45 minutos, retransmitida en directo y seguida por un debate parlamentario sin voto, en el que no participó ningún miembro de los grupos de la izquierda. Sarkozy pudo protagonizarla gracias a la reforma constitucional aprobada el pasado julio, que levantó la prohibición de dirigirse al parlamento, tal y como establecía la Constitución de 1875. >agencias

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“El problema del burka no es religioso, sino un problema de libertad y de dignidad de la mujer”

nicolas sarkozy

Presidente de la República francesa