Heridos graves dos ecuatorianos por los disparos de otro hombre en un bar

Un cliente al que negaron la entrada por estar cerrado regresó la noche siguiente y atacóal dueño y a su hermano

La Verdad, JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ, 23-06-2009

Al borde de la muerte. Así estuvieron el domingo el dueño de un bar del Sector Estación y su hermano, ambos ecuatorianos, tras ser tiroteados de madrugada por un cliente que el día anterior les amenazó con un cuchillo por impedirle entrar borracho al establecimiento. Anoche, al cierre de esta edición, ambos seguían ingresados en situación estable (uno en la Unidad de Cuidados Intensivos, la UCI) en el Hospital Santa María del Rosell. Ya no se teme por su vida.

Según fuentes de la investigación, todo empezó la madrugada del viernes al sábado. El presunto agresor, de etnia gitana y al parecer vecino de Los Mateos, mantuvo una discusión con sus víctimas a las puertas de la cervecería Guayacán, en la calle Tirso de Molina. Había estado bebiendo en el bar junto a un inmigrante ecuatoriano y se había marchado ebrio, pero regresó con el local ya cerrado.

En el interior de éste había, sin embargo, varios clientes de confianza y el atacante exigió entrar. Sacó un cuchillo de grandes dimensiones, pero la Policía Local fue avisada de lo que estaba ocurriendo y una patrulla decomisó el arma blanca y zanjó la discusión.

Lejos de olvidar lo ocurrido, el cliente regresó la noche siguiente al bar armado con una pistola, al parecer de calibre 9 milímetros. Lo escoltaban otros dos hombres, uno de los cuales también portaba un arma de fuego.

Una mujer, tercera víctima

Los tres individuos irrumpieron en el local y, sin mediar palabra, el primero de ellos disparó contra el propietario del bar, Clever Gerardo, de 31 años. Casualmente, éste estaba cerca de la puerta y pudo abalanzarse contra su agresor y desviar la trayectoria de una de las balas. Otra, sin embargo, le alcanzó en una mandíbula. El hermano del dueño, Marco Vinicio, de 28, quien trató de ayudarle, resultó herido en el cuello. Una amiga de este último, de edad similar, también sufrió heridas leves al intentar poner paz. Le dispararon en un brazo.

Ayudados por otros clientes (quienes se refugiaron en un rincón del bar), los tres heridos acudieron a pie al Rosell, situado a pocos metros. Por el camino, dejaron un reguero de sangre que a la mañana siguiente alarmó a los vecinos de la zona.

La mujer fue dada de alta pronto y los dos hombres fueron intervenidos quirúrgicamente.

Según fuentes policiales, al menos el agresor ha sido ya detenido por la Policía Nacional.

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