Jacques Armand Nong, el joven estudiante de la UPV camerunés deportado a su país
"Me dicen que todo se va a arreglar, pero en la Embajada afirman que no hay novedad"
El joven Armand se recupera estos días de las secuelas del paludismo y la gripe que acaba de superar en Camerún, lejos de los suyos. Tiene la sensación de que el desgaste psicológico que arrastra comienza a dejar poso en su estado físico de salud
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 22-06-2009Donostia.¿Qué tal se encuentra?
Un poco mejor de lo que he estado. Estos días atrás me he sentido bastante mal.
¿Ha caído enfermo?
Tenía algo de paludismo y gripe. La verdad es que no he podido hacer gran cosa. Me sentía cansado, me dolían las articulaciones y el vientre. Ahora mismo voy al hospital porque tengo un problema dental.
¿Cree que ha comenzado a salir toda la tensión interna que arrastra desde hace un mes?
Creo que los síntomas que he padecido no sólo son de la enfermedad. Una simple dolencia puede convertirse en un sufrimiento agotador si le añades el desgaste psicológico provocado por todo lo que me está pasando. Por eso creo que me he sentido tan mal, por la incertidumbre que vivo. Un día me dicen que todo se va a arreglar, pero voy a la Embajada y aseguran que no hay ninguna novedad. Siempre es lo mismo, y eso mina el ánimo a cualquiera. La semana pasada estaba muy contento porque pensaba que ya se había solucionado todo y podría por fin volver con mi familia, pero la situación se alarga. Una semana tras otra, y no puedo evitar darle vueltas a la cabeza por las noches. Creo que todo esto ha influido mucho en mi enfermedad.
¿Va a ser más difícil de lo que creía?
Así parece, por eso creo que se ha agravado mi estado de salud.
El mes de junio, de exámenes, está llegando a su recta final y usted sigue en la capital de Camerún. ¿Tiene posibilidades de presentarse a las pruebas?
Me han dicho que me podré presentar, pero no sé cuándo, ése es el problema.
¿Quizá en septiembre?
No lo sé.
¿Tiene miedo de haber perdido el curso?
Todavía tengo esperanzas. Si regreso antes de que finalice este mes, tengo todo el verano para estudiar y presentarme en septiembre a las asignaturas que me queden. Si dejo una o dos asignaturas para el año que viene, no pasa nada. Habré aprobado el 80% del curso.
¿No se desanima?
Son momentos puntuales en los que el ánimo decae, cuando en la Embajada me dicen que no saben nada nuevo. Pero por lo demás, sigo teniendo las mismas ganas de volver.
¿Sigue estudiando?
Siendo sinceros, esta semana no he podido hacerlo debido a la enfermedad.
¿Sigue practicando deporte?
Todo se ha parado esta semana por la enfermedad, pero la que viene retomaré la actividad.
¿Qué le dice su madre en las conversaciones telefónicas?
Me dice lo que ya sé, que ella tampoco creía que a estas alturas iba a seguir en Camerún. Yo tampoco, pero qué le vamos a hacer.
¿Cuál está siendo el problema burocrático para resolver esta situación?
El problema es que sigo figurando en esa lista como expulsado. Mientras no se haga una llamada y se envíe un comunicado que varíe esa situación, aquí en Camerún dicen que no pueden hacer nada.
¿Mantiene el contacto con profesores y amigos?
Sí, me dan mucho ánimo y me dicen que todo se va a solucionar pronto. A ver si es verdad.
¿Ha pensado qué va a hacer cuando regrese a Euskadi o prefiere no hacerse demasiadas ilusiones?
La verdad, prefiero no hacerme demasiadas ilusiones.
¿Tiene miedo de que le denieguen el regreso?
Sí, suelo pensarlo. Hay un montón de porqués que no tienen respuesta. Intento no darle demasiadas vueltas a la cabeza pero es inevitable. Al menos, doy gracias a los salesianos, que me están ayudando mucho. Son muy cariñosos conmigo y están a mi disposición para lo que quiera. Me gustaría aprovechar la ocasión para dar las gracias a todos los que me apoyan y me están ayudando. De corazón, un abrazo para todos.
¿Cuál es el motivo de su situación irregular?
Cuando llegué a España era menor de edad, pero al cumplir los 18 me pidieron los antecedentes penales. Ahí comenzó el problema. La administración en Camerún es muy lenta. Tardaron más de un año en enviar los papeles, algo que me ocurrió más de dos veces, lo que me abocó a una situación que no buscaba.
No ha habido ningún descuido por su parte.
Puede que al principio hubiera alguna negligencia, pero he puesto todo por mi parte para solucionar el caso. El problema es que la administración es muy lenta.
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