Sensibilización social. Este era uno de los principales objetivos que la ONG Intermón Oxfam persiguió ayer en Pamplona durante la celebración del Día mundial del refugiado. La plaza del Vínculo se convirtió así en el campamento base donde 25 voluntarios, la mitad de los que posee en la actualidad la organización, trataron de trasladar el problema de las mujeres dentro de los campos de refugiados a las más de 2.500 personas que se acercaron hasta allí.
Bajo el lema “Mis derechos son iguales a los tuyos”, los miembros de la ONG recogieron firmas (450) para que el Gobierno central adopte “medidas claras” con respecto a este problema de discriminación de género. “La seguridad dentro de los campos de refugiados no está asegurada y las mujeres son un eslabón muy vulnerable, además de que la estructura organizativa es bastante machista”, explicó Enrique Abad, responsable de Intermón Oxfam en Pamplona.

De este modo, entre las once de la mañana y las diez de la noche los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer mediante una exposición escenografía el día a día de las mujeres que viven en un campo de refugiados. Asimismo instalaron dos puestos de comercio justo en los que, además de recaudar fondos, explicaron en qué consiste esta práctica comercial. “Tenemos nuestra propia editorial. Son libros que aleccionan sobre los problemas en los países en vías de desarrollo”, insiste Abad. Además, los más pequeños también tuvieron oportunidad de participar en el acto a través de una serie de talleres en los que los niños debían completar tres actividades relacionadas con la pobreza para lograr un premio: una chapa con el logo de la ONG.

Según las últimas estadísticas de Naciones Unidas, en el mundo hay 26 millones de refugiados y cerca de 11 de desplazados internos. Estos últimos son consecuencia de las guerras internas de países como República Democrática del Congo, Colombia, Somalia y el conflicto que afecta a Chad y Sudán.