La mayor operación policial llevada a cabo por los Mossos d’Esquadra en toda su historia se saldó ayer con más de 30 detenidos de origen chino por explotación laboral, tráfico de personas y atentado contra el derecho de los trabajadores. Cerca de 800 agentes de la Policía catalana realizaron 70 registros simultáneos en talleres ilegales, mayoritariamente textiles, en Mataró, donde supuestamente obligaban a sus compatriotas a trabajar de sol a sol y en condiciones infrahumanas y de hacinamiento.
Al parecer, las mafias cobran a sus víctimas altas cantidades de dinero para trasladarles desde China hasta Europa y al llegar les obligan a trabajar y vivir en sus talleres textiles, donde trabajan como esclavos.