«Hemos bromeado con escapar»

ABC, TATIANA G. RIVAS | MADRID, 17-06-2009

No se cerraron ayer sus celdas ni tomaron la cena a su hora habitual, las 7.30. Tampoco respiraron el aire cotidiano de su módulo ni durmieron en la cama de su calabozo. Los cinco presos de los centros penitenciarios de Estremera (Madrid VII) y dos de Alcalá – Meco (Madrid II) cambiaron la reclusión, desde ayer y hasta el miércoles, por una carrera de 68 kilómetros en etapas que simboliza «las ganas de seguir hacia adelante y olvidar los errores cometidos», alega uno de ellos.

La lluvia y las nubes se convirtieron en los mejores aliados para los dos rumanos, dos españoles, dos dominicanos, un guineano y un nigeriano que recorrieron 32 kilómetros, en tres horas y media, casi sin rechistar. «Hay que ver con las cuestas», se quejaba uno de ellos. Pero ayer, no había obstáculos para ninguno. Estaban contentos, enérgicos. Buena muestra de ello fueron los 7 kilómetros de más que hicieron en la primera etapa.

¿Y si escapan?

Escapar durante el recorrido no es una idea descabellada. «Hemos bromeado con ello, pero de coña», cuenta jocoso Miu, de 26 años, tras explicar que le quedan dos meses para alcanzar la libertad total.

«No todos los internos que se han apuntado a las escuelas deportivas tienen la opción de salir. Hemos seleccionado a los chicos en función de su comportamiento. Estos son una maravilla», informa el director de la cárcel de Estremera, Jaime González – Novo, que estuvo con los reclusos durante el día.

Llevaban desde enero preparándose para esta andadura. Todos los jueves salían por la tarde para diseñar los recorridos. Martín Fiz, campeón del mundo de Maratón, les ha acompañado durante todo este tiempo y lo hará hasta el próximo miércoles. También lo hicieron otros funcionarios, voluntarios y deportistas, aunque ningún policía.

A las 9.00 de la mañana dio comienzo la carrera. A las 16.00 de la tarde ya se encontraban en Nuevo Baztán, la meta del primer día. Se habían duchado y recibido las sesiones de masaje. Llegaba la hora de la comida. «¿Os habéis cansado mucho?», preguntaban los comensales, entre ellos la alcaldesa de Nuevo Baztán. La noche la pasaron en un polideportivo de la localidad.

«Se sufre sin libertad»

«Para reinsertarse en la sociedad hay que implicarse y buscar salidas con los programas de reinserción. Chupar módulo no aporta nada». Estas palabras, inundadas de alegría, procedían de Mario, el mayor de los corredores. Este rumano de 31 años lleva en la cárcel cuatro. Aún otros tantos por cumplir, pero se toma la reclusión con filosofía: «Sé cómo se sufre sin libertad. Dentro sólo se puede conseguir a través de estos mecanismos. Hoy, corremos tras ella», manifiesta el rumano.

La horquilla de edad entre los ocho reos va de los 22 años a los 31. «Son un grupo de chavales jóvenes y como tal hay muy buen ambiente entre ellos. Se conocen mucho», indica González – Novo.

Quedan dos tramos de 20 y 23 kilómetros hasta completar la distancia entre Madrid II y VII. Hoy toca Carabaña y correrán como hasta ahora, «sin mirar atrás».

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