Gran operación contra la explotación de inmigrantes

El Mundo, XIANA SICCARDI, 17-06-2009

700 ‘mossos’ desarticulan una banda que esclavizaba a chinos Barcelona


A pocos metros de la sede de Bienestar Social del barrio obrero de Cerdanyola, en Mataró (Barcelona), donde una veintena de mujeres inmigrantes hacía cola con sus niños para acceder a ayudas sociales, los Mossos d’Esquadra cumplían ayer con su trabajo. En la calle València y cubiertos con pasamontañas, la mayoría de ellos registraba un inmueble por su vinculación con las mafias de explotación de ciudadanos chinos en talleres textiles.


Lo mismo sucedía, de manera simultánea, en otros 71 talleres y viviendas de la población, en una operación policial que implicó a 700 mossos de distintas unidades. Toda una exhibición de coordinación de la Policía Autonómica, ya que ha sido el operativo «más numeroso» que ha llevado a cabo hasta la fecha, según fuentes del cuerpo.


Fue sobre las 9.30 horas de la mañana cuando desembarcaron las patrullas y los furgones policiales en el barrio de Cerdanyola y en el de Cirera, aunque también hubo registros en muchos otros puntos de la ciudad. Pese a que la operación – coordinada por la Fiscalía Especial contra el Crimen Organizado y dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Mataró – estaba todavía abierta y bajo secreto de sumario, el conseller de Interior, Joan Saura, avanzó desde la nueva terminal del aeropuerto de El Prat que hasta el mediodía se había detenido a «entre 20 y 30 personas». Pero hasta el cierre de esta edición no había trascendido el total de arrestos, que definirá la magnitud y resultado de la operación.


El objetivo era, según los Mossos, «detener a los responsables de una red que habría cometido delitos contra los derechos de los trabajadores» y en la que «las víctimas son personas de origen chino que vivían en condiciones infrahumanas, en locales comerciales o pisos de la localidad de Mataró».


El conseller Joan Saura quiso «felicitar» a los Mossos d’Esquadra por esta operación, recordando su «eficiencia y profesionalidad», precisamente un día después de que se conociera la absolución de los cuatro agentes de Les Corts acusados por el Departamento de Interior de maltrato, lo que llevó a que los sindicatos de policía acusasen a Saura de no apoyarles. Ayer, todo eran halagos.


En el barrio de Cerdanyola, levantado por la inmigración de los años 60, los registros se centraron en las calles Jaume I, València, Almogàvers, Pere III El Ceremoniós, y Roger de Llúria, entre otras. Uno de ellos tuvo lugar al mediodía en el número 23 de la calle València. Del inmueble, de una sola planta, no paraban de entrar y salir policías con bolsas llenas de papeles. Junto a los curiosos, la inmensa mayoría de origen africano, una mujer china susurraba discretamente: «Policía mala, policía mala», mirando los furgones desde la distancia.


Una situación que se conocía


La operación policial, definida ayer por el Departamento de Interior como la más importante realizada en Cataluña respecto a las mafias de explotación de inmigrantes, ha atacado una situación de sobra conocida en Mataró. Así lo explicaron ayer a EL MUNDO muchos vecinos de la población, pero también la concejal de Servicios Centrales del Ayuntamiento, Montserrat López. La responsable municipal explicó ayer a Europa Press que habían detectado casos de talleres presuntamente ilegales en la localidad, y que desde 2002 trabajaban «conjuntamente y de manera continuada» con los Mossos en este tipo de operaciones. Declinó valorar la operación, durante la cual no se informó al Ayuntamiento.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)