MÉXICO (AFP) –
Casi 10.000 indocumentados, la gran mayoría centroamericanos, fueron secuestrados en México entre septiembre y febrero pasados por bandas organizadas y autoridades que exigieron unos 25 millones de dólares en rescates, denunció el lunes la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

“El número de migrantes que fueron víctimas de privación de su libertad en ese periodo fue de 9.758 personas, es decir, más de 1.600 secuestrados por mes”, dijo el titular de la CNDH, José Luis Soberanes, en la presentación de un ‘Informe especial sobre los casos de secuestro en contra de migrantes’.

“El secuestro de migrantes se ha convertido en una práctica constante, de preocupantes dimensiones, generalmente impune y con rasgos de extrema crueldad, realizado tanto por el crimen organizado como por agentes de la autoridad”, subrayó el ombudsman.

El 67% de los inmigrantes plagiados en ese lapso eran hondureños, el 18% salvadoreños, el 13% guatemaltecos y el resto de Nicaragua, Ecuador, Brasil, Chile, Costa Rica y Perú, detalló Soberanes.

Entre los 9.758 secuestrados figuran 59 menores y 157 mujeres, cuatro de ellas embarazadas, de las que dos fueron asesinadas y un número indeterminado violadas.

Soberanes sostuvo que la inmensa mayoría de estos crímenes son cometidos por bandas organizadas pero que “la participación de autoridades mexicanas en el secuestro de al menos 91 migrantes revela que existen lazos de complicidad entre la delincuencia y algunos agentes del Estado”.

El titular de la CNDH destacó la importancia del estudio puesto que “no existe una referencia estadística de esta problemática ni se cuenta con cifras oficiales”.

Del total de secuestrados en ese periodo, al menos 410 fueron liberados por el Ejército, añadió.

Según la investigación, el promedio de rescate exigido es de 2.500 dólares por persona por lo que la CNDH calcula que la libertad de los 9.758 secuestrados pudo haber dado un beneficio de unos 25 millones de dólares a los captores.

Los plagiados fueron capturados en 198 acciones, ya que los indocumentados suelen desplazarse en grupo, la mayoría de ellas cometidas “en alguna parte de la infraestructura ferroviaria, sobre todo en las vías, a veces en el interior del tren y en algunos casos en una estación del ferrocarril”.

Del total de secuestros registrados se pudo definir que el 55% se cometió en el sur de México, el 11,8% en el norte y el 1,2% en el centro.

Nueve de cada 10 víctimas fueron amenazadas de muerte y apuntadas con armas mientras que al menos 1.456 fueron golpeadas.

La investigación también pone de manifiesto “la ineficiencia del sistema de justicia para prevenir, investigar, perseguir y castigar el secuestro de migrantes así como el evidente desinterés de la autoridad”, según el ombudsman.

Desde hace tres años, el Instituto Nacional de Migración ha detenido anualmente un promedio de 140.000 ‘sin papeles’ que pretenden cruzar México para acceder a Estados Unidos.