Su cuadro derrocha colorido, vitalidad, optimismo. No ha perdido nada de esto el ecuatoriano Segundo Chauca pese a que a sus 56 años está en el paro – trabajaba en el sector de la construcción, el más afectado por la crisis – y se le ha acabado la prestación por desempleo. «Ahora vivo de la pintura, de lo que me pagan por mis cuadros, porque tengo dos hijos, de 25 y 24 años, que también están sin trabajo».

La recesión ha caído como una bomba en esta familia, que ya no puede enviar remesas a la esposa y a los otros dos hijos de la pareja, que viven en Ecuador. «La situación está complicada, vivo de alquiler y de momento puedo ir pagando el piso». Si las cosas no mejoran, volverá a su país.

Pero de momento quiere intentarlo. Se aferra a la posibilidad de remontar el bache. Disfruta y se evade con sus pinceles, con sus cuadros llenos de alegría, pero en los que también reivindica. A la exposición organizada por CEIS Integra ha llevado una representación de la fiesta del Entierro de la Sardina coloreada de tonalidades fuertes, latinas. «Nos gustaría participar en este acontecimiento. Sería bueno que estuviésemos todos juntos: murcianos e inmigrantes».