La Policía Nacional traslada por su situación irregular a una veintena de jóvenes de origen magrebí

donostia. La Guardia Municipal de Donostia realizó ayer un control preventivo de delincuencia en la Parte Vieja y en Anoeta en que se procedió a la identificación de, al menos, una treintena de ciudadanos de procedencia extranjera, la mayor parte de ellos de origen magrebí. Unos 20 fueron trasladados a dependencias de la Policía Nacional debido a su situación administrativa irregular. “Hay que determinar en qué situación se encuentran para adoptar las medidas oportunas”, informaron fuentes de la Guardia Municipal.

En el operativo intervino una veintena de agentes del cuerpo, apoyados por expertos de la Brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía de Donostia. No se descarta que la redada se mantenga en los próximos días.

La operación se llevó a cabo en dos fases. Por la mañana, la intervención policial se centró en los bajos de Anoeta, lugar habitual de pernoctación de un número creciente de marroquíes en los últimos tiempos. “Tras proceder a la identificación de las personas que se encontraban durmiendo, operarios de Fomento Construcciones y Contratas empezaron a limpiar la zona y retirar los colchones que había tirados por la zona”, informó la Guardia Municipal.

Las mismas fuentes insistieron en el que el operativo no guarda relación con la redada desplegada el año pasado, en la que se desmantelaron varias redes de traficantes de droga que operaban en la capital guipuzcoana, una operación que se saldó con la detención de 37 magrebíes.

agentes de paisano La segunda fase del operativo comenzó a partir de las 17.00 horas, cuando agentes de paisano comenzaron a patrullar la Parte Vieja. Dos horas más tarde, seis patrullas de la Guardia Municipal con agentes uniformados iniciaron nuevas identificaciones. Según testigos presenciales, sobre las 20.00 horas, tres personas de origen magrebí eran esposados en el Boulevard para ser trasladados hasta la plaza Munoa, junto a la Comandancia de Marina, donde aguardaban tres furgonetas con más agentes de la Policía Municipal.

Unos minutos más tarde, cuatro sospechosos aguardaban sentados en el suelo, en la calle Aingeru, frente a cinco municipales que les custodiaban para proceder a su identificación. A su lado, otros cuatro estaban siendo cacheados frente a una pared. Los agentes de la Unidad de Investigación de la Guardia donostiarra fueron comprobando los nombres de todos los sospechosos en el archivo del ordenador de una de las furgonetas. Los magrebíes facilitaban su identidad y los agentes cotejaban la información, comprobando los antecedentes penales que tiene cada uno.

Podía apreciarse también una furgoneta celda, en la que fueron trasladadas las personas cuya situación administrativa se comprobaba que era irregular. “La mayoría está en situación irregular, y los llevan a dependencias de la Policía Nacional para que se pueda comprobar su estado legal”, informó un agente.

Se da la circunstancia de que en la operación llevada a cabo ayer se identificó a un magrebí que también fue arrestado en la redada del año pasado. En estos casos, es preciso comprobar si pesa sobre el sospechoso un expediente de expulsión, aunque no es garantía de nada. “El año pasado, el 90% de los que se llevaron al día siguiente estaban en la calle”, informa un agente de seguridad ciudadana. “En otros casos, suele ser habitual que el arrestado no tenga incoado ningún expediente. Cuando es así, se le abre uno y le dan una copia en la que se le hace saber de su nueva situación, aunque no se sabe el desenlace final”, explicaron las mismas fuentes consultadas.

El operativo de la tarde concluyó sobre las 21.15 horas con el traslado de trece personas a dependencias de la Policía Nacional por su situación irregular.