X. Mas de Xaxàs
La transparencia acostumbra a ser el talón de Aquiles de cualquier ONG. Sus objetivos, no siempre al descubierto, y sus cuentas, no siempre claras, son desventajas que deben solventar de entrada. Alfred Vernis, experto en ONG y profesor del Institut d´Innovació de Esade – escuela pionera en la formación de gestores de ONG-,tiene varias reglas para identificar la solvencia de una. La primera es “mirar a las personas que hay detrás”, las que forman los patronatos y las juntas directivas. Son voluntarias, están por encima de los gestores y es obligatorio que existan. “Los escándalos – explica-afloran en las ONG con juntas ficticias. Hay que sospechar de los patronatos de pocos miembros, de las organizaciones que ocultan su memoria de actividades y sus cuentas de resultados, así como de aquellas que en sus webs no destacan a los receptores de la ayuda”.

Cada vez hay más ONG que cumplen estos preceptos. Vernis asegura que casi todas lo hacen. Se obligan a ello pasando controles de transparencia y calidad que ejecutan otras organizaciones paraguas, como la Fundación Lealtad. Sin embargo, la mala gestión de unas pocas, y en España están los casos recientes de Intervida y Anesvad, perjudican al conjunto. Las sospechas se disparan, bajan las donaciones y los más desfavorecidos se quedan sin el respaldo que, en muchas ocasiones, marca la frontera entre la vida y la muerte.