Hija de un soldado estadounidense, se convierte en la primera alcaldesa negra de Italia como militante del principal partido antiinmigración del país Extremistas, populistas, xenófobos… Los grupos radicales ganan protagonismo en la UE y su creciente peso se verá reflejado en las bancadas de la nueva Eurocámara, donde se sentarán nueve diputados de la Liga Norte. El partido antiinmigración italiano triunfó el domingo al obtener más del 10% de los votos.

Una victoria por partida doble, porque para sus críticos será ahora más difícil tildar a esta formación – aliada de Silvio Berlusconi – de xenófoba. ¿La razón? Tiene nombre y apellido: Sandy Cane. O, como la han bautizado los medios italianos, La Obama de Viggiù, en alusión a la pequeña localidad de la que será alcaldesa. En un país que cada día tiene más miedo a los inmigrantes, la primera mujer negra en desempeñar ese cargo tenía que ser de la Liga Norte, el partido de la mano dura contra los sin papeles.

Cane no llegó a Italia en patera. Pero la suya es una historia de inmigración. Su madre abandonó Viggiù con su familia para trabajar en el norte de Francia. Allí se enamoró de un soldado estadounidense negro, que había llegado a Europa durante la II Guerra Mundial. Juntos se fueron a Massachusetts, donde en 1961 nació Sandra Maria, quien 10 años más tarde – tras el divorcio de sus padres – se establecería en Viggiù, un pueblo de unos 5.000 habitantes donde el domingo obtuvo 39 votos más que su principal rival.

¿Y por qué la Liga Norte? «Siempre he sido simpatizante. Cuando era joven me moría de la risa al ver sus carteles electorales», cuenta Cane a VareseNews. Su partido empezó a ganar enteros en el país a comienzos de los 90, cuando aún defendía la secesión del Norte y su eslogan favorito era «Roma ladrona». Ahora, después de años en el Gobierno, la Liga considera que los «ladrones» ya no son los italianos del sur, sino los que llegan desde fuera. Un cambio de estrategia que le está permitiendo cosechar apoyos en zonas donde antes ni presentaba candidatos. Tanto es así que una dirigente de esta formación llegó hace dos años a convertirse en vicealcaldesa de Lampedusa y Linosa, las islas más meridionales de Italia.

Justo al otro extremo del país está Viggiù, en la frontera con Suiza. «Estoy enamorada de mi pueblo, pero lo he visto morir. Es sucio, y nadie lo visita», comenta Cane, cuyo objetivo ahora es hacer «renacer» esta localidad. «Hay que poner a los clandestinos en un avión, ¡y buen viaje!», sentencia, asegurando que «quienes trabajan y pagan los impuestos no tienen por qué preocuparse».

LO DICHO Y HECHO

«Hay que poner a los clandestinos en un avión, ¡y buen viaje! Quienes trabajan no tienen por qué preocuparse»

1961: Sandra Maria Cane nace en Springfield, en Massachusetts (EEUU). 1971: Tras el divorcio de sus padres abandona Estados Unidos y se traslada a la localidad italiana de Viggiù, un pueblo de 5.000 habitantes – en la frontera con Suiza – donde había nacido su madre. 1994: Empieza a «acercarse» a la Liga Norte. 2009: Gana las elecciones municipales de Viggiù, convirtiéndose en la primera alcaldesa negra de Italia.