CÁRITAS EN TIEMPOS DE CRISIS ECONÓMICA

La Razón, 08-06-2009

El próximo domingo, festividad del Corpus Christi, Cáritas Diocesana celebra su jornada anual. Con este motivo informa estos días de sus actividades durante el último año y pide, una vez más, la ayuda de todos aquellos que valoran su trabajo en nuestra sociedad.
Recientemente, con motivo del premio otorgado por la ciudad de L¿Hospitalet de Llobregat a Cáritas por su trabajo en favor de los pobres y marginados, dije que éste era un reconocimiento que debe llegar a todos los socios, los voluntarios, los trabajadores de Cáritas y a todos los que hacen posible sus actividades.
Lo repito ahora desde este escrito. Cáritas funciona gracias a todo un ejército de personas de buena voluntad, que a menudo permanecen en el anonimato. Ante la crisis económica, los donantes han aumentado en un 6%, pero debido a que algunas empresas han dejado de donar, la cantidad global ha disminuido en un 3%.
Últimamente, Cáritas está viviendo un suplemento de trabajo. Durante el año 2008 – al que hace referencia la Memoria anual presentada estos días – , en los puntos de atención de nuestra Cáritas Diocesana se ha constatado un gran incremento, superior al 60% de las personas que allí acuden en demanda de ayuda. El mayor número de peticiones llega después del verano del 2008, cuando la crisis – especialmente en el sector inmobiliario – dejaba sin trabajo a muchas personas.
Respecto a la procedencia de las personas atendidas, se detecta un incremento sustancial de las personas nacidas en España (31%), América Central del Sur (29%), del Magreb (29%), del África subsahariana (5%) y del resto de Europa (3%). Por tipo de familia, el 50% son personas solas; y el 14% son madres con hijos a su cargo.
Crecen también las demandas de ayuda económica para pagar el «realquiler» de habitaciones. Este capítulo representa el 68% del total del Servicio de Ayuda Económica de Cáritas. También han aumentado sus ayudas directamente relacionadas con los niños, en especial para el pago de guarderías, de libros y material escolar, de becas de comedor y necesidades alimentarias. Se ha de tener presente que los colectivos de origen inmigrante son uno de los sectores sociales más afectados por cualquier situación de crisis económica.
La Iglesia católica quiere hacer todo lo posible por medio de las Cáritas diocesana y parroquiales, y de otras entidades para ayudar a los colectivos que quedan más directamente afectados por la situación actual de crisis económica. Por eso, este año de manera especial, pido el apoyo de los cristianos y de todos los ciudadanos. Todos estamos llamados, especialmente en esta situación, a tomar conciencia de la necesidad de reforzar los mecanismos de solidaridad colectiva.
Cáritas trabaja con competencia y seriedad en favor de todas las personas que le piden ayuda. Lo hace sin ninguna discriminación y procura servir a cuantos puede, en la medida de sus recursos, que provienen en gran parte de las aportaciones libres de todos aquellos y aquellas que valoran su trabajo.
*Cardenal arzobispo de Barcelona

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