madrid. La vicepresidenta del Gobierno central, Teresa Fernández De la Vega, realizó ayer una serie de consideraciones que, a juicio del Gobierno central, justifican la iniciativa de otorgar a las familias una ayuda de 2.500 euros por cada nuevo hijo, partiendo de la idea de que “España necesita elevar su tasa de maternidad”.

“Si nos resignáramos a ser un país envejecido estaríamos poniendo en peligro nuestra prosperidad. España no puede renunciar a los hijos ni al trabajo de las mujeres, sin el cual sería imposible crecer al ritmo del 4%”, manifestó la vicepresidenta.

De la Vega apuntó que en los últimos diez años el número de mujeres ocupadas ha aumentado casi el 80% superando los ocho millones, si bien, de manera paralela, se ha producido un “preocupante descenso en el número de hijos”, con un declive que “tocó fondo en 1996”, con 1,16 hijos de media.

Por otro lado, la vicepresidenta explicó que la cada vez mayor presencia de los inmigrantes en la península ha permitido mejorar la tasa de natalidad pero “sólo un poco”, porque los demógrafos constatan que, una vez aquí, las familias inmigrantes se adaptan a las costumbres de las familias españolas"

En 2006, la tasa de fecundidad en España continuó creciendo y se situó en 1,37 hijos por mujer frente a 1,35 registrado el año anterior. Se trata del valor más alto desde 1991 gracias, en parte, a los nacimientos de madre extranjera, que ascendieron a 80.000 el pasado año. >efe