EL ZOO DEL SIGLO XXI / KRISZTINA MORVAI

Una 'dura' al asalto de Bruselas

El Mundo, SILVIA ROMÁN, 03-06-2009

Esta abogada húngara se presenta a las elecciones europeas al frente de un partido de extrema derecha que tiene hasta una milicia urbana uniformada Su currículum vítae es el de una auténtica paloma: abogada especializada en la defensa de los derechos humanos, ex miembro del Comité Antidiscriminación de la Mujer en Naciones Unidas… Pero sus últimos movimientos son propios de un halcón.


Krisztina Morvai – rubia, mediática, húngara, con 46 años y madre de tres hijos – está siendo diseccionada tanto dentro como fuera de su país desde que decidió encabezar la lista del partido Jobbik (Movimiento por una Hungría Mejor) a las elecciones europeas de este domingo.


Frases como «Hungría pertenece a los húngaros», «no podemos seguir siendo una colonia de la Unión Europea» o «hay que acabar de una vez por todas con el problema romaní [los gitanos de la Europa Central y Oriental]» han hecho que a Jobbik, y a su líder para el 7 – J, se les califique de extrema derecha, radicales, nacionalistas y populistas.


«Soy una madre y una política decente. Pero en Europa Occidental insisten en retratarme como una nazi y una fascista», se defendía recientemente Morvai, refiriéndose en especial a la prensa británica, que la ha bautizado como «la nueva fragancia o flamante rostro de la ultraderecha en Europa».


«Tampoco soy antisemita», aclara, aludiendo esta vez a los periódicos israelíes, que informaron con escándalo, en enero, de la carta que la abogada húngara escribió al embajador israelí en Budapest con motivo de la Guerra de Gaza, acusando a Tel Aviv de «genocidio contra el pueblo palestino». «Me alegro [cuando me entero de una víctima israelí]», se lee en la misiva de la letrada. «La única manera de hablar con gente como vosotros es asumiendo el estilo de Hamas», añade.


Pero lo que más llama la atención del planeta Jobbik es su satélite, la Guardia Húngara. Y es que el Movimiento por una Hungría Mejor tiene su propia milicia urbana uniformada: hombres y mujeres con vestimenta y botas negras (que ellos califican de ropa tradicional húngara y no paramilitar) que recorren las calles a modo de fuerza de autodefensa.


¿Autodefensa de qué? Presuntamente, de los crímenes cometidos por la comunidad romaní de Hungría (500.000 de una población de 10 millones).


«No somos racistas, pero existe un problema con los romaní», ha declarado el portavoz de Jobbik, Zoltan Fuzessy.


En el último informe de Amnistía Internacional, el movimiento pro derechos humanos detallaba que la comunidad romaní sigue estando discriminada en Hungría y destacaba a la Guardia Húngara como «una organización derechista y radical, contraria, sobre todo, a la comunidad romaní», que realiza desfiles y discursos intimidatorios en los propios asentamientos de estos gitanos centroeuropeos.


Para algunos analistas, la Guardia Húngara es un remedo de la Cruz Flechada, la milicia fascista y pronazi húngara que, en la II Guerra Mundial, ayudó a las huestes de Adolf Hitler a acabar con las minorías de la zona, en especial con los judíos.


Pero volvamos al presente o futuro inminente: las elecciones europeas. Según los sondeos, no se espera que Jobbik consiga un solo escaño al Parlamento Europeo. Ahora bien, la crisis económica que está golpeando con excesiva dureza a Hungría puede canalizar el desencanto de muchos ciudadanos y dar la opción a Krisztina Morvai de trasladarse de su querida Budapest a la gris Bruselas.


LO DICHO Y HECHO


«Soy una madre decente, pero en Europa Occidental insisten en retratarme como una nazi y una fascista»


1962: Nace en Hungría. 1980: Cursa la carrera universitaria de Derecho. 2003: Pasa a formar parte del Comité contra la discriminación de la mujer en Naciones Unidas. Se especializa como abogada de derechos humanos. Escribe un libro sobre violencia doméstica que se convierte en un éxito de ventas. 2009: Se presenta a las elecciones europeas como ‘cabeza de lista’ del partido radical Movimiento por una Hungría Mejor.

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