Crisis económica, prueba para elecciones nacionales, castigo a la corrupción… Muchos factores mediatizarán las elecciones al Parlamento europeo en los países comunitarios. En la mayoría, los intereses propios están por encima de los continentales. A pesar de la cercana entrada en vigor del Tratado de Lisboa – si se cumplen los pronósticos – , a la hora de despositar el voto cada uno barre para casa.

ALEMANIA

Test para las elecciones nacionales

La canciller Angela Merkel y su rival socialdemócrata en las próximas elecciones nacionales, Frank Walter Steinmeier, tienen un sueño que puede convertirse en pesadilla el 7 de junio. Los dos líderes esperan que sus respectivos partidos obtengan sendos triunfos para enviar con ello una clara señal a la población ante las próximas elecciones nacionales. El SPD, que obtuvo un 21,5% hace cinco años, apuesta por una ‘Europa social’ para convencer a los electores. La CDU, en cambio, hace campaña con una frase poco original – ‘Nosotros queremos una Europa fuerte’ – para mejorar el resultado de los anteriores comicios, cuando junto con la CSU de Baviera obtuvo el 44,5% de los votos. Pero el ensayo general puede frustrarse por la baja participación. Al 53% de los germanos no les interesa el trabajo del Parlamento europeo.

FRANCIA

La Batasuna legal mide sus fuerzas

Batasuna, legal en Francia, concurre en solitario. Su candidatura se denomina Euskal Herriaren Alde y está encabezada por la profesora Ixabel Etxeberria, concejala en el municipio vascofrancés de Urrugne. El PNV, que se presenta con la etiqueta Euskadi Europan, tampoco tiene ninguna posibilidad de sacar escaño ya que el sistema electoral francés es proporcional y el territorio está dividido en ocho zonas geográficas. Frente a las posturas testimoniales, los independentistas no violentos de Abertzaleen Batasuna (AB) y Eusko Alkartasuna han optado por el voto útil en el seno de la lista Europe Ecologie. En total, 161 listas se presentan en Francia a los comicios. Los sondeos dan vencedora a la UMP gobernante de Nicolas Sarkozy (26%), por delante del Partido Socialista (21%) y el MoDem centrista de François Bayrou.

ITALIA

Referéndum para Berlusconi

Las elecciones europeas sólo se contemplan en clave nacional, que desde hace 15 años gira en torno a Berlusconi y, en este momento, se plantean como un referéndum que medirá la reacción a sus últimos escándalos: la sentencia del ‘caso Mills’, que le acusa de haber comprado el silencio de un abogado, y el culebrón de Noemi Letizia, una joven de 18 años que ha frecuentado cuando ella era menor en una relación sobre la que pesa la sospecha de que ha mentido. Berlusconi pretende obtener una victoria que zanje la polémica. Un fracaso del PD, el proyecto de gran partido de centroizquierda, podría llevar a su disolución. El castigo puede llegar por el desvío de votos hacia las pequeñas formaciones comunistas y verdes. Con este panorama, la campaña es inexistente; los candidatos, desconocidos; el debate, nulo y los temas europeos, ausentes. Se vota el 6 y el 7, y coincide con las municipales y provinciales en algunas zonas.

REINO UNIDO

Resaca del abuso de gastos

Los principales partidos británicos temen que la polémica por gastos que algunos políticos pasaban al Parlamento pueda provocar un voto de castigo. El teórico beneficiario sería el Partido por la Independencia (UKIP en inglés) que aboga por la salida del país de la UE. En lo que respecta a los dos partidos mayoritarios, los conservadores, que abandonarán el Partido Popular Europeo porque consideran que éste es demasiado favorable a la integración, han visto cómo su ventaja se ha reducido a apenas nueve puntos de diferencia. De quedar así, los laboristas podrían presentar su derrota como menos abrumadora de lo que podría haber sido.

IRLANDA

La crisis reaviva el sentir europeo

La recesión, que ha golpeado fuertemente a Irlanda, dejándola con una tasa de desempleo del 10,6% y con una previsión de contracción del 6,5%, ha hecho cambiar la opinión de sus habitantes hacia el rechazado Tratado de Lisboa. Según un reciente sondeo, el 52% de los irlandeses votaría ‘sí’ en un referéndum que, todo apunta, se volverá a repetir el próximo otoño. El Fianna Fáil, en el Gobierno en coalición con el Partido Verde, puede salir muy castigado de estas elecciones. Su apoyo se ha desmoronado en el último año del 42 al 21%. La situación económica ha supuesto un auge para los también pro europeístas del partido Fine Gael, que podría obtener sus mejores resultados en 25 años. Sinn Féin, y en especial el Partido Laborista, cada uno con un eurodiputado, también mejorarán.

PORTUGAL

Bajo una fuerte crisis demográfica

Los comicios europeos son para los portugueses la antesala de las elecciones parlamentarias que se celebrarán en septiembre. A pesar del escaso interés – los sondeos calculan que la participación no llegará al 24% – , los partidos políticos no escatimarán esfuerzos para tratar de ganar el sufragio como un previo del nacional. La crisis económica y financiera se ha hecho sentir especialmente en Portugal, con una situación ya preocupante en 2006. El país sufre, además, un desequilibrio poblacional alarmante por la pérdida de inmigrantes. Algo a tener en cuenta cuando los extranjeros representan el 6% del Producto Interior Bruto (PIB) y garantizan el 9,7% de los nacimientos. Por si esto fuera poco, la Seguridad Social se verá colapsada dentro de unas décadas si no logra atraer trabajadores foráneos.

BÉLGICA

Complicadas elecciones regionales

Los belgas acuden a las urnas el día 7 en una dobre cita: las europeas y unos muy complicados comicios regionales, en los que la dificilísima cuestión institucional anula cualquier otro mensaje. En el norte, los socialcristianos parecen no haberse recuperado de la aventura de Leterme con los independentistas de la NVA. Aunque de carácter proeuropeo neto, Bélgica está viendo eclipsarse los mensajes del proyecto común en acervas diatribas sobre la gestión financiera de la crisis económica, o las disputas lingüísticas.

DINAMARCA

Consulta sobre la sucesión al trono

Dinamarca perderá un escaño en el nuevo Parlamento. Los socialdemócratas, liderados por el eurodiputado Dan Jogersen, podrían obtener 4 asientos, con una plataforma de corte ecologista, de protección de los consumidores y de cobertura de garantías sociales ante la crisis. Los conservadores ganan un escaño por la popularidad de su líder, el antiguo viceprimer ministro Bendt Bendtsen. El Partido Liberal podría repetir sus 3 escaños. Las europeas coinciden con un referéndum para la abolición de la preferencia masculina en la sucesión al trono, lo que augura una nutrida participación.

HOLANDA

Se prevé un avance de la derecha

En los Países Bajos, las cuestiones nacionales dominan el debate electoral, con los principales acentos puestos en la crisis económica y en los problemas de la inmigración. Se da por cierta una gran desafección del electorado de los principales partidos, democristianos (CDA) y socialistas (PvdA). La principal incógnita gira en torno al partido populista de derechas que dirige Geert Wilders (PVV), al que se le vaticina un avance de tres o más escaños. Las elecciones tendrán lugar el 4 de junio. Holanda tiene derecho a 25 escaños, dos menos que en 2004.

LUXEMBURGO

Listas separadas para dos comicios

Pocos cambios se esperan en el Gran Ducado, donde los comicios europeos coinciden con los generales. La novedad radica en que, esta vez, las listas van separadas y el primer ministro, Jean – Claude Juncker, no puede ejercer su enorme popularidad en ambas elecciones. La comisaria de Telecomunicaciones, Viviane Reding, encabeza la lista de los socialcristianos a la Eurocámara. Se da por seguro que Reding repetirá como comisaria.

AUSTRIA

Contra la incorporación de Turquía

Las elecciones europeas están más contaminadas por una furiosa ola xenófoba que por los temas comunitarios. El famoso Partido Liberal austriaco (FPÖ) envenenó la campaña con un cártel que lo dice todo: ‘Occidente en manos cristianas’. Este tema ya triplicó en las encuestas la intención de voto para la formación que dirige Heinz – Christian Strache, el xenófobo más famoso del país. Las dos grandes formaciones austriacas, el ÖVP y el SPÖ, condenaron la campaña xenófoba del FPÖ, pero se vieron obligados a corregir sus respectivos discursos.

Ahora ambos están en contra del ingreso de Turquía en la UE y condenan el abuso de la política de asilo que existe en el país. De manera indirecta, el ÖVP y el SPÖ tacharon de criminales a sus vecinos eslovacos, húngaros y checos, cuando pusieron en duda la efectividad del acuerdo de Schengen.

POLONIA

Ataque al flanco alemán

El resultado de las elecciones estará influenciado por una peligrosa estrategia que puso en marcha el partido Ley y Justicia (PIS) que dirige el ex primer ministro Lech Kacynski: atizar el miedo alemán, una vieja receta de la derecha que no siempre ha sido efectiva. La gran incógnita es el resultado que pueda obtener la organización de ultraderecha Liga de las Familias Polacas (LPR), que recibió el apoyo de Libertas, el partido que tuvo éxito en promover el ‘no’ en Irlanda.

REPÚBLICA CHECA

A huevazos contra el primer ministro

La campaña electoral checa ha estado marcada por dos escándalos que han empañado la cita con las urnas. La agrupación de ultraderecha Partido Nacional (NS) protagonizó el primer escándalo con un anuncio televisivo donde pidió «la solución final para la cuestión gitana», un claro y peligroso llamamiento. El líder del Partido Socialdemócrata checo (CSSD), en la oposición actualmente, Jiri Paroubek, se convirtió en víctima de un escándalo inédito en el país. En todos los mitines en los que ha participado, el líder del partido que debe emerger como ganador de las elecciones, que tendrán lugar el 5 y el 6 de junio, fue atacado con una lluvia de huevos.

ESLOVAQUIA

Unidad frente a la abstención

Los eslovacos acudirán a las urnas el 6 de junio y todos los partidos que aspiran a estar representados en el Parlamento europeo han unido sus voces para luchar contra el fantasma de la abstención en un intento para borrar la mala imagen que ofreció el país en 2004 cuando sólo un 16,96% de la población acudió a las urnas. Pero a pesar de los esfuerzos, todo parece indicar que Eslovaquia volverá a ser la oveja negra. Para convencer al electorado la alianza socialdemócrata SMER – SD ha centrado su campaña en un ataque frontal contra los partidos de derecha. Sus principales rivales, la Unión Cristiano Demócrata (SDKU) y el Partido Popular – Movimiento por una Eslovaquia democrática (L’Z – HZDS) han optado por exigir menos burocracia en los fondos europeos y acabar con la discriminación que existe en el sector agrario comunitario.

FINLANDIA

Contra el retraso de la jubilación

En Finlandia 241 candidatos se disputan 13 escaños, uno menos que en 2004, en un sistema de voto preferencial, lo que quiere decir que no hay listas cerradas y que los finlandeses votan a candidatos individuales y al partido que estos representan al mismo tiempo. La Alianza de Izquierdas y el Partido del Pueblo Sueco corren el riesgo de perder sus escaños, mientras que una alianza de nuevo cuño, constituida por los euroescépticos Finlandeses Verdaderos, podría cosechar hasta dos escaños junto con los candidatos democristianos. Las últimas encuestas muestran un descalabro del voto de centro y una actitud revanchista de los electores contra los políticos que quieren retrasar la edad de jubilación.

SUECIA

Puerta abierta a los antisistema

El debate electoral está centrado no tanto en los mensajes de los partidos sino en la manera de hacerlos llegar al público. Twitter, Facebook y muy variados blogs de Internet intentan reproducir la magia y la sorpresa creadas por Obama en la campaña electoral norteamericana. Se cree que la ope – ración es un test para las legislativas del año que viene. La apatía del electorado puede abrir la puerta de la Eurocámara a partidos abiertamente antisistema, como el Pirata, que cuenta ya con unas expectativas de voto del 5,4%

CHIPRE

Sólo votarán en el sur del país

En Chipre, donde se vota el sábado 6, las elecciones están marcadas por su peculiar condición. La isla está dividida en dos desde el intento de anexión de Grecia y la invasión turca de 1974: una parte es griega, la República de Chipre en sí, y la otra, turca, un estado sólo reconocido por Ankara. Sin embargo, tras la entrada del país en la UE y el reférendum de unificación de la ONU en 2004, sólo apoyada por los turcochipriotas, toda la isla es considerada territorio comunitario. Aunque en la parte norte no se aplica la ley europea. El problema es que las elecciones las gestiona el Chipre oficial, el griego, y sólo reconoce el derecho a votar a quienes estén registrados en su terreno, la parte sur de la isla.

MALTA

Interés inusitado

En Malta, al contrario que en muchos otros países europeos, las elecciones despiertan un gran interés. Se prevé una participación del 60%, y los malteses son los segundos, tras los irlandeses, que se muestran más involucrados en el proceso. La cita del sábado, día 6, coincide con las elecciones locales y eso aumentará de por sí la participación. La razón de esta atención hacia Bruselas nace, probablemente, de la necesidad, al ser el punto más alejado del Europarlamento.

GRECIA

Voto obligatorio

Grecia es el país donde los sondeos sitúan una de las participaciones más altas de Europa, en torno al 66%. Tiene que ver que el voto sea obligatorio. Es una paradoja en un país que ha alcanzado un enorme grado de desconfianza hacia el Estado, por la corrupción y los dramas sociales. La tensión política sigue muy alta y ha hecho que los comicios se transformen en un campo de batalla de asuntos nacionales. Los sondeos apuntan desde hace meses que el partido del Gobierno, Nueva Democracia, la formación de centroderecha de Costas Karamanlis, sufrirá un varapalo como castigo por su negligente legislatura.

BULGARIA

Marcadas por la corrupción

Los búlgaros, los últimos en entrar en la UE en 2007, junto a Rumanía, participan por segunda vez en unas elecciones europeas. Sin embargo, el Parlamento de Estrasburgo es lo de menos en los comicios, porque se han convertido en una prueba general de las legislativas, previstas para el 5 de julio, y que centran toda la atención política. La cita choca con una depresión nacional generalizada ante la oleada de casos de corrupción, los escándalos diarios de nepotismo y conflicto de intereses y el monopolio mediático creado en torno al primer ministro socialista, Sergey Stanishev. Aunque los búlgaros mantienen la ilusión de Europa y, de hecho, su confianza es mayor en las instituciones de Bruselas que en las de su propio país, la abstención será una de las más altas de la UE, en torno al 60%.

RUMANÍA

Atracción sólo para los políticos

En Rumanía el interés por las elecciones del día 7 es escaso y ni siquiera se considera como un examen a nivel nacional porque el Gobierno de la coalición liberal – socialdemócrata es reciente. Es uno de los pocos países donde no se contemplan votos de castigo al poder. Además, los ciudadanos están preocupados por problemas internos, sobre todo la grave crisis económica, que ha llevado a Rumanía a la recesión tras una década de crecimiento. Conclusión: apenas un cuarto del censo acudirá a las urnas, según un sondeo de Eurostat. No obstante, en la clase política el interés es enorme, ante los sueldos de 4.000 euros de cada uno de los 33 escaños disponibles, pues Rumanía es el séptimo país más poblado de la UE.

HUNGRÍA

Amenaza de la ultraderecha

Hungría, poseedora de una de las industrias más modernas de todo el este europeo y cuya economía se consideraba hasta hace poco una de las más prósperas y dinámicas del antiguo bloque socialista, es ahora uno de los países más perjudicados por la crisis. El índice de paro, el más alto de los últimos 11 años, se acerca al 9%. Por eso, la campaña para las elecciones europeas del próximo 7 de junio, que coinciden con unos comicios locales parciales, se están desarrollando exclusivamente en clave interior. Se espera un voto de castigo contra el actual Gobierno socialista por sus medidas de austeridad. Los sondeos indican que el partido conservador FIDESZ, de Viktor Orban, será el que más votos obtenga, seguido de los liberales del SZDSZ.

ESLOVENIA

Bajo la disputa con Croacia

Pese a no sufrir el zarpazo de la crisis con tanta saña como algunos de sus vecinos, la principal cuestión de debate en Eslovenia durante la campaña electoral de las europeas está siendo la situación económica. La antigua república yugoslava votará el 7 de junio para elegir 7 eurodiputados. El contencioso territorial con Croacia ha ayudado a que se dé algo de importancia a la dimensión europea de los comicios y se espera que contribuya a elevar el índice de participación y a superar la apatía de los euroescépticos. Los eslovenos buscan soluciones de Bruselas en su pulso con el país vecino.

LETONIA

El país más euroescéptico

Letonia ha pasado en unos meses de ser el país de la UE de mayor crecimiento económico a estar en el farolillo rojo, con una crisis aún peor que la de Islandia. Las protestas a comienzos de año condujeron a la dimisión del Gobierno de Ivars Godmanis, líder de la formación denominada La Senda Letona (centro – derecha). Al frente del Ejecutivo se encuentra ahora Valdis Dombrovskis, también del ala derecha, con unas recetas económicas casi idénticas a las de su predecesor. Se espera, por tanto, un ascenso de la izquierda y de los grupos nacionalistas en las elecciones europeas, a las que no se cree que acuda más de un 25% del electorado. Y eso que el mismo día se celebran los comicios municipales. La cita con las urnas será el 6 de junio con 17 partidos en liza.

ESTONIA

En plena crisis de Gobierno

De las tres repúblicas bálticas, Estonia es la menos afectada por la crisis gracias a las inversiones de sus vecinos, sobre todo de Finlandia. Pese a ello, las medidas de estabilización del Ejecutivo que dirige Andrus Ansip, líder de los conservadores, ha provocado la ruptura de la coalición gobernante con la salida de los socialdemócratas. La situación dará fuerza a los centristas del ex primer ministro, Edgar Savisaar, de cara a las europeas. Así lo indica un reciente sondeo. El Partido de Centro obtendría 2 escaños, de los 6 que Estonia tiene en el Parlamento Europeo. El Partido de las Reformas, los ultranacionalistas de Pro Patria – Res Publica y los socialdemócratas, uno cada uno. El escaño restante iría a manos del independiente Indrek Tarand.

LITUANIA

Más interesados que en España y Francia

De todos los países del antiguo bloque comunista, Lituania es donde mayor interés despiertan las elecciones al Parlamento europeo. La participación prevista se sitúa en torno al 46%, por delante de España y Francia. Esa vocación europeísta se refleja, por ejemplo, en que la ganadora de las presidenciales lituanas del pasado 17 de mayo, la independiente Dalia Grybauskaite, ha sido hasta ahora comisaria europea. Es la primera mujer elegida para desempeñar la jefatura del Estado en la historia del país. Los conservadores de la Unión Patriótica, agrupación que dirige el actual primer ministro, Andrius Kubilius, son los que más escaños podrían conseguir.