Reclaman una reunión con la Delegación del Gobierno y el Ministerio del Interior para poner fin a las persecuciones.

Madrid – La  Asociación Sin Papeles de Madrid y la Red de Apoyo del Ferrocarril Clandestino solicitaron ayer al Ministerio del Interior el cese de los controles policiales masivos, programados y sistemáticos de identificación a inmigrantes.
En una rueda de prensa multitudinaria celebrada ayer en la castiza Plaza de Lavapiés, ambas asociaciones pusieron de manifiesto que los cupos de detenciones cualitativos siguen vigentes cuatro meses después de que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se comprometiera a tomar cartas en el asunto.
Días antes, un sindicato policial había hecho público un documento interno en el que se establecía la obligación para varias comisarías de la capital de detener a un número determinado de inmigrantes al mes.
Sin embargo, pasado el tiempo, las asociaciones convocantes explicaron que habían constatado cómo los agentes seguían hablando de «salir de cacería» cuando «acuden a los locutorios, estaciones de autobús o Metro, a las asociaciones donde se reúnen, a las embajadas, a las escuelas de castellano, a las discotecas, mezquitas o a los restaurantes especializados» para detener irregulares, generalmente de piel oscura. Las zonas más afectadas por estas redadas –indicaron– son los barrios más humildes, y pusieron como ejemplo casos recientes ocurridos en las estaciones de Metro de Lavapiés, Vallecas, Noviciado, Plaza Elíptica y Plaza de Castilla.

66 testimonios de víctimas
Según las dos ONG, durante las detenciones se cometen numerosas agresiones, insultos, vejaciones e, incluso, maltrato psicológico: «A veces nos aprietan las esposas, nos insultan y se burlan de nosotros, a algunos nos han golpeado. En comisaría nos encierran a veces a muchas personas juntas, pasamos frío y apenas nos dan unas galletas para comer». Éste es el testimonio de Malik, uno de los 66 inmigrantes que han sido víctimas de las redadas masivas en los últimos tres meses y lo han puesto en conocimiento de estas asociaciones.
«La situación diaria es grave e insostenible, los inmigrantes están dejando de salir a la calle, pasan los días encerrados y las noches en vela o con pesadillas sobre comisarías», lamenta Marisa Pérez, representante de Ferrocarril Clandestino, que, además,  anunció que han solicitado una reunión con la Delegación del Gobierno en Madrid y la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior.