Una historia de difícil solución en Estados Unidos ha llevado al alcalde de una pequeña localidad de Texas a dejarlo todo y a seguir los dictados de su amor hacia un inmigrante mexicano ilegal, con quien se marchó a México horas antes de jurar su cuarto mandato como alcalde de San Angelo.

J.W. Lown, que así se llama el alcalde enamorado, escribió su renuncia por considerar que siendo funcionario público no podía estar con una persona que se encontraba de forma irregular en el país. En una teleconferencia que mantuvo con medios locales estadounidenses desde México, Lown (32 años) explicó que en marzo comenzó una relación con un chico mexicano que llegó a EE UU para estudiar en la universidad. Poco después concurrió a las elecciones y las ganó. Pero una gran duda sobrevolaba su cabeza.

Lown llevaba seis años como alcalde. Juró el cargo. Y renunció. «Tomé la decisión final cuando supe que era lo mejor para mí, para mi pareja, para nuestro futuro y el de la comunidad», agregó desde México.