Los beneficios de la llegada y los dramas del regreso

La Razón, 17-05-2009

La emigración ecuatoriana ha sido beneficiosa en muchos aspectos. Uno de ellos ha sido la tarea evangelizadora. En un país cada vez más laico, este colectivo ha recuperado y mantenido las tradiciones cristianas a lo largo de toda la geografía. Su capacidad de adaptación ha sido una excusa para justificar el racismo en muchas ocasiones. «Nos extraña mucho que teniendo los mismos orígenes pasen estas cosas, racismo alimentado por los medios de comunicación. La inmigración hay que verla como una oportunidad, no como un peligro. Es una cuestión de educación», afirma el presidente de Rumiñahui.
El retorno voluntario de los ecuatorianos supone la reducción de las remesas y el desarraigo de la segunda generación. Muchos jóvenes de origen ecuatoriano han nacido en España y ahora deben adaptarse a un tipo de vida totalmente distinto en la patria de sus padres. «Esto va a generar muchos problemas de desarraigo entre los más jóvenes», adelanta Jiménez. En España estas ausencias se notan fundamentalmente en los centros escolares, donde «en algunas clases hay hasta cinco alumnos que han dejado de asistir en lo que llevamos de curso académico», concluyó.

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