THOMAS HAMMARBERG / Comisario de Derechos Humanos

«El problema de Europa es que cree que no tiene problemas»

El Mundo, GIONATA CHATILLARD, 13-05-2009

Madrid


No quiere hacer «rankings o listas negras», porque «cada país tiene problemas distintos». Pero a Thomas Hammarberg le resulta difícil censurar a España y mucho más fácil denunciar a Italia, donde sus palabras han desatado polémicas a cuenta de sus críticas a la política de inmigración del Gobierno Berlusconi.


Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa desde abril de 2006, este diplomático sueco de 67 años se encontraba ayer en Madrid para participar a la cumbre de los ministros de Exteriores de esta organización multinacional, independiente y anterior a la UE.


Pregunta. – ¿Qué es lo que le preocupa más en Europa?


Respuesta. – El mayor problema es que los Gobiernos creen que aquí no hay problemas. Pero sí los hay. Y muchos. Tenemos racismo, xenofobia. Aún existen dificultades para los discapacitados y para las mujeres. No sólo por la violencia doméstica, sino también porque siguen ganando menos que los hombres.


P. – El Gobierno italiano se enfadó mucho por sus críticas…


R. – Italia está rechazando los barcos de inmigrantes. Así es imposible que alguien pueda pedir asilo. Los Derechos Humanos han de aplicarse también en aguas internacionales, porque el Mediterráneo no es el salvaje oeste. De todas formas, la inmigración es un problema de todos, no sólo de Italia o España. Debería haber más solidaridad en la UE.


P. – ¿También España suspende?


R. – Hay muchas menos críticas con respecto a Italia. Creo que España también dio un paso positivo con la regularización de los sin papeles en 2005. Ahora, con la crisis económica, el número de inmigrantes está bajando. Hay una especie de autorregulación del fenómeno.


P. – ¿Tiene la crisis algún efecto sobre los Derechos Humanos?


R. – Está disminuyendo la ayuda social y está creciendo la brecha entre pobres y ricos. El riesgo es que la crisis económica desemboque en una crisis social y política.


P. – ¿Qué debería hacer Europa con los presos de Guantánamo?


R. – Creo que a los que se pongan en libertad habría que ofrecerles la posibilidad de quedarse en EEUU. Pero entiendo que muchos de ellos no quieran hacerlo. Entonces creo que Europa debería abrir sus puertas. Pero no como en 2006, cuando cinco ex presos chinos de la minoría uigur fueron enviados a Albania. Allí eran infelices, se quejaban. Uno de ellos acabó en Suecia, donde tenía una hermana. Hay que hablar con todos los presos para saber a dónde quieren ir. Si no se prueba su culpabilidad, son inocentes, y han de ser tratados como seres humanos.


P. – La Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el presidente de Sudán por crímenes contra la Humanidad. Su reacción fue expulsar a las ONG. ¿No ha sido contraproducente?


R. – El problema fue la falta de apoyo de todos los países. Por eso Omar al Bashir se dejó ver impunemente fuera de Sudán.


P. – Pero históricamente nadie ayudó a Europa en esta materia. ¿Usted cree que es realmente posible exportar los Derechos Humanos?


R. – No es fácil. La gente que sufre represión entiende la cuestión. Pero muchos nunca han tenido este problema. Y a lo mejor sus líderes les dicen que Occidente está utilizando los Derechos Humanos contra ellos. Así que tenemos que tener más cuidado a la hora de hablar de este problema. Tenemos que evitar la hipocresía. Bush no lo hizo. Habló de libertad, pero aprobó la tortura. Tenemos que ser coherentes, pero no siempre hemos sido buenos pedagogos.

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