Cuesta, pero las facturas no dan tregua. Suprimidos los caprichos y recortado al máximo el gasto familiar, a muchos, asfixiados por la crisis, no les ha quedado más remedio que meterle un tijeretazo a su vertiente solidaria. “La gente es más reticente a donar y es lógico cuando te estás cuestionando hasta el último elemento de la cesta de la compra”, dice comprensiva Nerea Basterra, directora de Intermón Oxfam en el País Vasco. Con las primeras bajas de socios y recortes de aportaciones sobre la mesa, las ONG de Euskadi capean como pueden el temporal. Algunas, con la vista puesta en el horizonte, creen incluso que lo peor está por venir.

ricardo – medicus mundi

“Hay socios que se dan de baja argumentando la crisis”

No tiene una bola de cristal, pero sí un mal presentimiento. Ricardo Fernández, el coordinador de Medicus Mundi Bizkaia, intuye que su organización va a “sufrir el impacto de la crisis” con efecto retardado. “Nuestra mayor fuente de financiación es pública y de momento los presupuestos no han sido mermados porque fueron aprobados en años anteriores. Ahora, si la crisis continúa por estos derroteros, es probable que haya un efecto dominó y los financiadores más sensibles, como pueden ser los ayuntamientos, podrían reducir sus partidas para cooperación”, augura.

A la espera de ver si, como pronostica, las aportaciones públicas se ven mermadas en los próximos años, de lo que sí tiene la certeza es de que los fondos privados están menguando. “Se nota una reducción del número de aportes y de su monto. En algunos casos se están incluso revisando compromisos ya adquiridos a la baja y otros se están anulando”, resume este joven, quien también ha constatado un descenso del número de socios de cerca del 5% en el último año. La razón, como no podía ser de otra manera, la época de vacas flacas. “Hay socios que se han dado de baja argumentando el momento de crisis y también los importes se están viendo mermados. La gente al final hace su lista de prioridades”, asume Ricardo, para quien el descenso de colaboradores “no es muy grande, pero es una tendencia que puede acentuarse de continuar esta situación”, muestra su temor.

teresa infante – unicef

“Algunas empresas no saben si podrán mantener la ayuda”

Quizá porque su ONG se dedica a la protección de la infancia, un colectivo al que los ciudadanos, dice, son “más sensibles, incluso en tiempos de crisis”, Unicef en el País Vasco va “aguantando” mejor que otros el tirón. Su directora, Teresa Infante, lo prueba a golpe de dato. “El año pasado crecimos bastante, sobre todo en socios, que tampoco disminuyen en 2009. A finales de diciembre teníamos 12.415 socios y a finales de marzo, 12.502. Poco a poco, pero todos los meses suben”, señala. También, asegura, siguen su línea ascendente las subvenciones públicas y los donativos particulares. “La media de cuota ha crecido de los 120 euros por persona el año pasado a los 133 de éste”, detalla.

A pesar de que las cifras son positivas, las expectativas están llenas de interrogantes. “En el primer trimestre los datos de empresa han sido relativamente buenos, pero sí pensamos que este año es posible que disminuyan su colaboración. Por comentarios, e – mails y conversaciones, sabemos que lo están pasando mal. En el País Vasco hay mucha pequeña y mediana empresa y nos han ido avisando: Este año no sabemos si podremos seguir manteniendo la ayuda, vamos a ver cómo nos va”, explica Teresa.

“Esperanzada”, porque la “voluntad” de las empresas es “colaborar”, aunque tengan que “posponer sus donaciones o éstas sean menores”, la directora de Unicef en el País Vasco hace un llamamiento a la solidaridad. “Es necesario mantener la ayuda porque en los países en desarrollo, cuando hay crisis, los niños abandonan la escuela para trabajar y la mortalidad infantil aumenta”, señala. Consciente de que algunas familias vascas también lo están “pasando muy mal”, hay otras, dice, que “mantienen el trabajo y esos fondos que para nosotros quizá no son muchos en otros países son decisivos”.

BERNARDO garcía – ANESVAD

“En cuatro meses ha caído un 36% la cifra de colaboradores”

Ponen todo de su parte, pero les está costando levantar cabeza. Tras la crisis interna que sufrieron hace dos años, la económica también les está dejando huella. “Tuvimos muchas bajas a comienzos de 2008 por nuestra crisis particular y en lo que llevamos de año ha caído cerca del 36% el número de socios y colaboradores”, reconoce con total transparencia Bernardo García, director general de Anesvad.

En la otra cara de la moneda, lo que sí ha aumentado ha sido la petición de ayudas a esta ONG. “En Bilbao facilitamos el acceso a medicamentos a personas con dificultades económicas y hemos notado que se han incrementado los requerimientos de dinero en un 39% en estos cuatro primeros meses del año”, detalla Bernardo. La mayoría de los solicitantes, precisa, son “inmigrantes que se han podido quedar en el paro, pero también personas originarias de aquí que antes quizás tenían los recursos mínimos para poder acceder a esos medicamentos y ahora no”.

La mala situación económica también ha “impactado negativamente” en los proyectos que Anesvad desarrolla en una veintena de países. “Disminuyen los fondos públicos y de cooperación, pero aumentan las necesidades de la población, con lo cual las demandas de ayuda crecen”, resume esquemáticamente, antes de despedirse con una llamada de atención que, al mismo tiempo, explica su razón de ser. “Precisamente en esta época de crisis hay que priorizar la ayuda a quienes menos recursos tienen”.

nerea basterra – intermón oxfam

“Las aportaciones puntuales sí que han bajado un poquito”

Virgencita, que me quede como estoy, parece pensar Nerea Basterra, la directora de Intermón Oxfam en el País Vasco. De hecho, las previsiones de esta ONG son mantener los mismos ingresos y socios que el año pasado. “No se ha reducido el número de colaboradores, lo cual es muy de agradecer en las circunstancias que estamos, pero las aportaciones puntuales sí que han bajado un poquito”, precisa. Lo que más le inquieta, sin embargo, es que “las nuevas altas hayan disminuido significativamente”. “La gente es más reticente a dar el paso ahora en este contexto de crisis y esto sí que es preocupante porque tenemos, como todas las ONG, un pequeño porcentaje de bajas todos los años de gente que fallece o que por circunstancias personales tiene que dejar de colaborar con nosotros y hay que renovar esa base”, advierte Nerea, antes de concluir que en la ONG “nos hemos apretado el cinturón todavía más en lo que a costes de estructura se refiere, intentando ser lo más eficientes posibles”.

conchi urigüen – intervida

“Hubo bajas a finales de año, pero ya no se reciben llamadas”

A Conchi Urigüen, delegada en el País Vasco de Intervida, no le duelen prendas en reconocer el temor que tenían a la crisis los profesionales que trabajan en las ONG. “Igual sí teníamos un poco de miedo a que, con este tema de la crisis, la gente se diera de baja, pero la situación se ha estabilizado, incluso está mejor ahora que en noviembre”, señala. “A finales de año hubo más bajas por el tema económico, pero ya no se reciben esas llamadas”, añade, en la confianza de que la próxima vez que suene el teléfono haya alguien al otro lado dispuesto a prestar su colaboración.

intermón oxfam

“Se es más reticente a donar y es lógico cuando te cuestionas hasta el último elemento de la cesta de la compra”

“Nos hemos apretado el cinturón todavía más en lo que a costes de estructura se refiere”

nerea basterra

Directora de Intermón Oxfam en la CAV

tijeretazo a la solidaridad por la crisis

anesvad

“Disminuyen los fondos, pero crecen las necesidades y la demanda de ayuda”

bernardo garcía

Director general de Anesvad

unicef

“Cuando hay crisis, los niños abandonan la escuela para trabajar y sube su mortalidad”

teresa infante

Directora de Unicef en el País Vasco

intervida

“Teníamos miedo a que la gente se diera de baja, pero la situación se ha estabilizado”

conchi urigüen

Delegada en el País Vasco de Intervida