Un total de 19 jóvenes, con edades entre los 16 y 24 años, se han formado en electricidad y albañilería en la escuela taller que ayer se clausuró en Cintruénigo. Los alumnos residen tanto en Cintruénigo como en Corella, Castejón y Tudela y son de varias nacionalidades: española, colombiana, ecuatoriana, argelina y marroquí.

El curso, que ha durado 2 años, ha sido promovido por el ayuntamiento y financiado por el Gobierno foral a través del Servicio Navarro de Empleo y el Fondo Social Europeo. El presupuesto ha sido de 500.000 euros, de los que 484.706 ha subvencionado el ejecutivo – el resto ha corrido a cargo del consistorio – .

Los diplomados

Los jóvenes que recibieron los diplomas fueron Daniela Fernández Uregui, Omar Harfidi, Cristian Logroño Sáez, Jonathan Alejandro Hoyos López, Íñigo Puente Rubio, Ronald Vladimir Loor Zamora, Miguel Ángel Jiménez Muñoz, Mario Trincado García, Jaime Roberto González Cango, Miguel Valle Pascual, Cristian David Pullay Coro, Mohamed Hafidi, Rodrigo Llorente Gómez, Javier Fernández Mellado, Younes Hafidi, José Manuel Zambrano Vera, Mohamed Kadri, Abdelhakim Hafidi y Radouan Hafidi. La mayor parte de la formación que han recibido la han dedicado a la rehabilitación de la Casa Ligués.

La entrega de diplomas estuvo presidida por el presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz. Estuvo acompañado del alcalde, Adolfo Navascués; el gerente del Servicio Navarro de Empleo, José Luis Ruiz ; y la directora de la escuela taller, Esther Jiménez.

En su intervención, Sanz dijo que es falso denostar al sector de la construcción en Navarra como desencadenante de la crisis. “Los culpables no han sido albañiles, carpinteros, electricistas o arquitectos. Los culpables son quienes han utilizado el sector para enriquecerse sin tener en cuenta las repercusiones sociales del sector”. “El sector de la construcción se ajustará y aparecerán nuevas alternativas”, añadió.

Navascués anunció que próximamente se convocará otro curso de características similares.