Los trabajadores rumanos podrán volver a su país a buscar trabajo y, a la vez, cobrar íntegramente allí la prestación por desempleo a la que tengan derecho en España, afirmó ayer el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho.

Además de hacer «un balance positivo» de su viaje oficial a Rumanía, Corbacho señaló a su llegada a Madrid que las medidas contempladas en los convenios firmados el lunes con su homólogo rumano se irán ampliando, y una de las primeras novedades será el cobro en su país de origen del total del paro que los rumanos hayan generado en España.

A cambio, el trabajador rumano se comprometerá a «una búsqueda activa de empleo en su país», explicó el ministro, quien dijo que esta medida se pondrá seguramente en marcha pronto, aunque «hay que hacer alguna modificación de tipo legal».

En la actualidad hay 70.912 rumanos parados en nuestro país, de los que 41.329 se están beneficiando de prestaciones por desempleo y podrán acogerse a la nueva medida que, según Corbacho, también se aplicaría, si se llega a un acuerdo, al colectivo búlgaro.

El objetivo, resumía el ministro, es «explorar nuevas posibilidades que faciliten que el retorno pueda ser atractivo para los rumanos».

Al mismo tiempo, España desea que sus empresarios vean a Rumanía como un mercado emergente y que a corto plazo va a ser receptora de unos fondos estructurales de la Unión Europea por valor de 32.000 millones de euros, a los que hay que añadir los 28.0000 que aporta Rumanía.

Corbacho, que comparó la situación actual de Rumanía con la de España en los años 70 y 80, cuando empezaba a recibir fondos estructurales, ofreció el lunes al presidente rumano, Traian Basescu, toda la experiencia española en ese sentido. «Hablaré con Moratinos y Zapatero para articular un encuentro en Madrid con representaciones del Gobierno rumano» y concretar la participación española en las obras de infraestructura que Rumanía va a llevar a cabo, subrayó el ministro.

Rumanía es un país en desarrollo y España podría ayudar, por ejemplo, en la tecnificación del sector agrario rumano o en la construcción de viviendas oficiales, entre otros proyectos, según Corbacho.