Una jornada para entender la diferencia

Diario de Noticias, 02-05-2009

la integración social lleva mucho tiempo a la orden del día, pero la práctica es más complicada que la teoría. Se habla mucho de integrar y respetar a las minorías, los inmigrantes, las mujeres, etc. dentro de determinados entornos como el laboral o el social. Sin embargo, integrar significa también aceptar la diferencia y, en primer lugar, entenderla. Con esta idea en la mente, la Asociación de Ocio Infantil para la integración y el desarrollo de todos los niños navarros (ADOI) organizó ayer, por segunda año consecutivo, la Jornada de Ocio y Discapacidad.

Tras reunir a más de 3.000 personas el año pasado en el parque Yamaguchi de Pamplona, ADOI trasladó la celebración a Sarriguren. “Es una forma de darnos a conocer como asociación y de concienciar la gente a través de charlas y de actividades lúdicas”, señaló Javier Ollo, secretario de ADOI.

El ocio es la palabra que puede definir esta iniciativa. “La jornada pretende que todos jueguen con todos, independientemente de su discapacidad”, explicó el presidente de ADOI, Manuel Gordes Mayo, en la inauguración. “También es importante que los padres puedan explicar a sus hijos por qué un niño está en silla de ruedas”.

El principal objetivo de la asociación de apenas dos años de vida “formal” – según Ollo – es el de crear zonas de encuentro y espacios de juego en los que los niños puedan disfrutar, sea cual sea su discapacidad (mental, psíquica o física). Pero nada podría hacerse sin la previa implicación de los padres, tutores, asociaciones o entidades. “ADOI sólo se dedica a este evento por ahora, pero queremos que se haga más veces durante el año”, resaltó Ollo.

mucha diversión Como siempre uno aprende mejor si se lo pasa bien y las actividades organizadas animaron a los vecinos de la localidad del Valle de Egüés a salir a la calle, a pesar del aire frío y del cielo gris.

Entre castillos hinchables, autos de choque, un toro mecánico, al ritmo de la batukada de Batuklang de la academia Asa en el parque de Sarriguren, la furgoneta de Sendaviva, así como su mascota Palmira, despertaron la curiosidad de los participantes. La original propuesta del centro de ocio navarro consistía en realizar un viaje virtual sobre una alfombra voladora.

Junto a la diversión, los presentes pudieron conocer el trabajo de la Policía Foral con un demostración de la habilidad de sus perros; presenciar un rescate de los bomberos de Pamplona y subirse a la unidad móvil de las ambulancias de Baztán – Bidasoa o a la lancha de salvamento de Cruz Roja Navarra.

Resulta más fácil romper las barreras si se empieza desde la infancia y mejor si se comparte una experiencia divertida que haga apreciar una persona por su forma de ser y no por su condición.

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