Una nave industrial situada junto a la autovía de Toledo (A – 42) era el lugar elegido por una pareja de chinos para instalar una lavandería industrial y explotar laboralmente a siete compatriotas suyos, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. Los empleados trabajaban una media de 15 horas, seis días a la semana y dormían en la parte superior de la nave en condiciones precarias.

Las investigaciones del Grupo X de la Brigada Provincial de Extranjería se centraron en la nave tras comprobar que la actividad en ella era continua durante todo el día. Los trabajadores ni llegaban para incorporarse al puesto ni tras concluir su jornada laboral. Los policías registraron el inmueble y hallaron a siete inmigrantes chinos en situación irregular.

Los agentes comprobaron que en la parte superior de la nave había dos habitaciones, con dos literas en cada una de ellas, y un minúsculo baño. También había gran cantidad de basura y de chatarra amontonada. Los empleados contaron a los investigadores la situación de esclavitud que soportaban.

La actividad en la nave continuaba ayer por la tarde. Cinco empleados, entre ellos el matrimonio detenido, estaban en una pequeña zona de trabajo lleno de carros de ropa y de ocho lavadoras industriales a pleno rendimiento. En el exterior, pasaba inadvertida ya que mantiene rótulos antiguos de una empresa de pinturas.