A golpe de cumbre

Canarias 7, Carmen Merino, 01-05-2009

Si es por la atención que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero parece dispuesto a prestar ahora al Gobierno de Canarias, lo cierto es que no pueden CCy PP emitir ni una sola queja. ¡Qué tiempos aquellos en los que el presidente del Gobierno español hacía esperar a Paulino Rivero para ser recibido más de lo institucionalmente tolerable! Las cifras son siempre un gran revulsivo y, como consecuencia de la necesidad de cuadrar las cuentas a la que se enfrenta el PSOE en el Congreso, Canarias se ha convertido de la noche a la mañana en un objetivo al que mimar a golpe de cumbre.

Ya hay una fijada para el 15 de junio al objeto de debatir las políticas de inmigración en las Islas en la que se espera la presencia de los ministros de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de Trabajo, Celestino Corbacho, y de Educación, Ángel Gabilondo. Elencuentro fue reclamado por por Paulino Rivero a raíz de la última tragedia en el mar sufrida por inmigrantes irregulares que trataban de desembarcar en las costas canarias. Pero la aceptaciòn del Gobierno central de esta reunión no permite presuponer que tendrá los resultados esperados por Canarias. Por el momento Celestino Corbacho insiste en no querer asumir la tutela de los menores inmigrantes. Esto es lo que sin lugar a dudas se deduce de su creciente interés por implicar al conjunto de las comunidades autónomas en la acogida de estos menores.

No es eso lo que el Gobierno de Canarias pretende. No se trata de que el Estado actúe de intermediario en el reparto de menores inmigrantes en el resto de las comunidades autónomas, cosa que, de hecho, ya está haciendo la Administración autónoma. De lo que se trata, y Corbacho lo sabe, es de que el Estado asuma la tutela de unos menores que han traspasado las fronteras españolas de forma irregular.

De la entrevista de ayer en Zapatero y Rivero se deduce una nueva cumbre a celebrar, también, en la segunda quincena de junio, esta vez para tratar sobre la crisis con la presencia del ministro de Fomento, José Blanco, y el de Industria y Turismo, Miguel Sebastián, además de José Luis Rodríguez Zapatero y Paulino Rivero. Si a ello le sumamos el encuentro programado entre el ministro de Administraciones Públicas, Manuel Chaves, y Paulino Rivero, a cuenta de la financiación autonómica, posiblemente sería más operativo que el jefe del Ejecutivo español se decidiera a celebrar un Consejo de Ministros en el Archipiélago, al modo y manera con que José María Aznar honraba el apoyo que los nacionalistas canarios le brindaban en el Congreso.

La cosa es si tanto empalago derivará en algún resultado concreto. Porque los gestos son importantes, pero nada que ver con la trascendencia que tiene poner los medios políticos y económicos para la consecución de objetivos concretos.

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