La construcción es el sector más afectado, mientras que la hostelería y el comercio se mantienen

Uno de cada tres inmigrantes en Cataluña ha perdido su trabajo

La Razón, 01-05-2009

Un informe de la fundación Bofill revela  la precaria situación laboral por la que pasan los inmigrantes.
 

La tormenta económica afecta al grueso de los españoles. Pero, como nunca llueve a gusto de todos, hay determinados colectivos para los que la lluvia tiene tintes de tifón. Son los más vulnerables a las vicisitudes económicas, como los inmigrantes. Así las cosas, el paro se ha cebado estos últimos meses con los trabajadores de Cataluña venidos de fuera. Un colectivo que  ha visto como el 30,5 por ciento de sus miembros se ha quedado sin trabajo, o lo que es lo mismo, uno de cada tres, frente al 12,7 por ciento de la población autóctona. Los marroquíes, ecuatorianos, senegaleses y rumanos, dedicados, fundamentalmente, a la construcción, son los más afectados.  
Así lo afirma un informe sobre la inserción laboral de la población inmigrada elaborado por la Fundación Jaume Bofill a partir de datos extraídos de las EPA (Encuesta de la Población Activa) y de la Seguridad Social, presentado ayer en Barcelona. Mientras que la tasa de paro de la población autóctona llegó al 9,8 por ciento de la población, la tasa entre los inmigrantes alcanzó el 20,2 por ciento a finales de 2008. Sin embargo, los datos de la última EPA elevan este porcentaje hasta el 30,5 por ciento en el primer trimestre del 2009 frente al 12,7 por ciento para los españoles. 
«No hay trabajo, ahora está todo muy, muy mal, y casi todos mis amigos están igual», lamenta Abna Assel, de 30 años y natural de Ghana que trabajaba en la construcción. «Tengo que dar de comer a mis cinco hijos que están en República Dominicana», explica Cándida,de 37 años, que perdió su trabajo hace cinco meses. Y es que igual que Abna Assel y Cándida en un año natural, desde el primer trimestre de 2008 hasta el primero de 2009, 104.400 inmigrantes han perdido sus puestos de trabajo. Mientras, la población activa se ha incrementado sólo en 23.200 personas, la mayoría de los cuales corresponden a recién llegados.
«El paro entre la población inmigrada afecta en especial a los hombres, mientras que no se nota entre las mujeres», subrayó el autor del informe y especialista en inmigración y mercado laboral, Miguel Pajares, vinculado a la Universitat de Barcelona (UB). Y es que el sector más afectado por la destrucción de empleo es el de la construcción, donde se concentran los inmigrantes. Otros sectores como la hostelería, el comercio y el trabajo doméstico, que ocupa más a las mujeres inmigrantes,  a mantenido a grandes rasgos la actividad laboral.
La población inmigrada se continúa concentrando además en las categorías laborales más bajas y peor remuneradas, ya que el 30,2 por ciento de los afiliados extranjeros se aglutina en la categoría de peones, porcentaje que representa al 13,8 por ciento en el conjunto de la población.De los marroquíes, por ejemplo, casi la mitad hacen de peones. En 2008 se ha incrementado también el porcentaje de trabajadores extranjeros autónomos, siendo el colectivo chino el que cuenta con un número más elevado, ya que uno de cuatro es autónomo.

El fin de un sueño
«Muchos de ellos piensan en volver, y se está produciendo la vuelta sobre todo de rumanos, latinoamericanos y algo de marroquíes, pero no se trata de un movimiento masivo», señaló Pajares, quien, pese a que el informe no analiza estos procesos de retorno, los estudia. Sin embargo, volver es para muchos, tirar la toalla, perder o alejarse de aquello tan anhelado.

Economía sumergida
El informe de la fundación Bofill revela además que gran parte de la caída del empleo entre los inmigrantes se ha dado en la economía sumergida, dado que concentraba mucha actividad vinculada a la construcción, por lo que este sector no ha crecido con la crisis a diferencia de lo que se preveía en un principio. De los 104.000 puestos de trabajo de inmigrantes perdidos, sólo 17.000 corresponden a empleados afiliados a la Seguridad Social, por lo que el resto estaban empleados en la economía sumergida. No obstante, Pajares alertó del posible incremento de la economía sumergida en los próximos meses debido a los efectos de la política de renovación de permisos de trabajo para inmigrantes. La normativa condiciona la renovación a que se hubiera cotizado al menos la mitad del año anterior, lo que empieza a ser difícil para muchos inmigrantes que en 2008 han visto como se han reducido de manera importante sus días cotizados. «Si no se modifica la política de renovación de permisos de trabajo, vamos a ver un crecimiento de la economía sumergida. El Gobierno central debería replantearse los requisitos para la renovación», dijo este experto.

CLAVES
- El paro afecta especialmente a los inmigrantes. Frente al 12 por ciento de desempleados entre los autóctonos, los inmigrantes alcanzan cotas de paro que superan el 30 por ciento.
- Por nacionalidades, los más afectados son los marroquíes, ecuatorianos, senegaleses y rumanos.
- Durante el último año natural, 104.400 puestos de trabajo de inmigrantes se han perdido. De estos, sólo 17.000 estaban afiliados a la Seguridad Social, por lo que el resto estaban empleados en la economía sumergida.
- El sector más afectado ha sido el de la construcción.

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