Salud, educación e inmigración, retos de Obama tras sus primeros 100 días

Diario de noticias de Gipuzkoa, 01-05-2009

Dice estar sorprendido por la cantidad de asuntos críticos, entre los que cita la crisis económica y la nueva gripe

washington. Superada, y con nota, la barrera de los primeros cien días en el gobierno (sobre todo en lo que se refiere al capítulo de relaciones internacionales), el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asegura seguir comprometido con sus promesas de campaña y decidido a profundizar en nuevos retos y “cambios”, su palabra mágica desde los tiempos en los que optaba a la Casa Blanca. Las prioridades son la reforma del sistema de salud, el impulso de la educación y hallar una solución al problema de la inmigración ilegal.

Pero además su trabajo deberá centrarse en temas a los que aún no se ha dado una salida como las dos guerras heredadas del mandato de Bush (Irak y Afganistán) o la crisis económica (que pese a dar los primeros signos positivos continúa siendo “una profunda fuente de preocupación”). Y por si fuera poco, ahora se suma la inminente batalla de lo que ya es más que una nueva crisis: la amenaza de pandemia de gripe porcina que ya se ha cobrado la primera víctima mortal en territorio norteamericano.

“Creo que el presidente típico tiene por delante dos o tres problemas. Nosotros tenemos siete u ocho”, admitía la noche del miércoles en la rueda de prensa que sirvió para valorar sus primeros cien días de gobierno. “Me siento sorprendido (…) por la cantidad de asuntos críticos que parecen venir todos al mismo tiempo”, reconoció.

apoyo Pero para afontarlos, cuenta al menos con una poderosa arma: el amplio respaldo de la población. Las interminables encuestas publicadas durante los últimos días demuestran que el mandatario no sólo ha batido récords de popularidad en décadas, sino que sus conciudadanos empiezan a tener “esperanzas” acerca del futuro del país y “confianza” en que Obama es el hombre adecuado para cumplirlas.

Y eso sólo hablando en Estados Unidos, ya que el primer presidente negro en la historia del país también ha logrado encandilar en sus primeros cien días de mandato a una amplia porción del resto del planeta que, si bien no le da carta blanca total, sí está dispuesta a conceder a Obama un voto de confianza tras la erosionada visión que de EEUU había en la era Bush.

“Hemos comenzado a recoger nuestros pedazos y a quitarnos el polvo y hemos empezado el trabajo de rehacer América”, dijo Obama en su discurso central del miércoles, para el que eligió un lugar alejado del “burocrático” Washington como un modo de demostrar su cercanía con el pueblo: una asamblea ciudadana celebrada en un instituto en Saint Louis, Missouri.

“Los cambios que hemos hecho son los cambios que prometimos”, aseguró ante una audiencia que llenó de aplausos la sala en diversas ocasiones. Pero a la par reconoció que aún no son suficientes. “Estoy contento con los avances logrados, pero no satisfecho. Tengo confianza respecto al futuro, pero no estoy contento con el presente”, subrayó a lo largo del día en referencia a la grave crisis económica que ha tenido que afrontar desde el primer día de su mandato, el 20 de enero y que, recordó, sigue provocando que miles de personas pierdan “sus casas y empleos”.

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