Los albergues acogen ya a 22 de los inmigrantes desalojados de la fábrica de Marxalenes

Las asociaciones dicen que el Ayuntamiento no ofrece “ningún tipo de asistencia”

Las Provincias, REDACCIÓN, 01-05-2009

Los albergues municipales, destinados a prestar una asistencia básica a las personas sin techo, ya acogen a 22 de los 60 inmigrantes desalojados el pasado martes de la vieja fábrica de Bombas Gens, situada en el barrio de Marxalenes.
Así lo confirmó la concejal de Bienestar Social, Marta Torrado, después de que las entidades que asisten a estas personas denunciaran que no se les ha atendido. “Desde el primer momento se les ha asistido, se les ha dado información y se les ha facilitado plazas en albergues de la ciudad. El mismo día del desalojo técnicos del Centro de Apoyo a la Inmigración (CAI) y del Centro Municipal de Atención a Personas sin techo (CAST) informaron a los inmigrantes sobre los recursos disponibles para derivarlos a albergues”, sentenció la edil.
Torrado explicó que dos de las peticiones han sido denegadas. En el primero, fue una persona que solicitó la plaza en representación de otros, cuando las peticiones son a modo individual. En el segundo, la persona que lo pedía tenía trabajo, mientras que las plazas son para personas que no tienen recursos.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la Mesa de Entitats Socials y el Foro de la Inmigración denunciaron ayer la actuación del Ayuntamiento, al “no ofrecer ningún tipo de asistencia” a los 65 inmigrantes desalojados. Salva Lacruz, de CEAR, denunció que algunos han sido citados “para declarar por presunta usurpación” el próximo 14 de mayo, y “a varios de ellos se les ha abierto un expediente administrativo de expulsión”, tal y como recogió la agencia Efe.
El portavoz de la Mesa de Entitats, Chema Toribio, afirmó por su parte que “hace siete meses” le pidieron al Ayuntamiento que tomara medidas en relación con los inmigrantes que ocupaban la fábrica de Bombas Gens, y matizó que a día de hoy, “más de 30 personas no han recibido ningún tipo de asistencia”.
Uno de los desalojados, Nana Wasi, comentó que llegó a Valencia en 2007, y que los primeros meses alquiló una habitación, pero “al quedarme sin dinero, decidí quedarme en esa fábrica a vivir. Me he quedado sin sitio dónde dormir”, dijo.

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