Vuelve a ser condenado por hacerse pasar por abogado y estafar a inmigrantes

- Logró 460 euros de dos personas a las que dijo que era letrado, y ha sido condenado a dos años - El procesado, con tres condenas anteriores por estafa y en prisión, fue sentenciado en 2003 por unos hechos similares

Diario de Navarra, GABRIEL GONZÁLEZ . PAMPLONA, 29-04-2009

Un pamplonés de 55 años ha vuelto a ser condenado por hacerse pasar por abogado y estafar a ciudadanos inmigrantes. En este caso, logró 460 euros de dos personas a las que el año pasado se ofreció para realizar diversos trámites jurídicos, y el juez le ha impuesto 2 años de cárcel. El procesado, Tomás José Palacios Izu, se encuentra en prisión y tiene tres condenas anteriores por estafa; entre ellas una de 2003 de más de 4 años por obtener 3.000 euros diciendo que era letrado.

Ayer se enfrentaba a un nuevo juicio en el Juzgado de lo Penal nº 1 de Pamplona. La fiscal pedía para él 2 años por un delito de estafa continuada pero antes del comienzo de la vista oral llegó a una conformidad con el abogado defensor: 1 año y 9 meses. Sin embargo, cuando el juez preguntó al acusado si aceptaba la rebaja, éste respondió contrariado: “Es que me parece una…”. El magistrado no le dejó terminar. “Bien, siéntese, vamos a celebrar el juicio”.

El procesado negó las acusaciones. Dijo que se había ofrecido a ayudar a dos mujeres y que había llevado a cabo gestiones como acompañarles al juzgado, acudir a la policía… pero sin hacerse pasar por abogado. “Me porté como un auténtico caballero”, dijo.

Tras escuchar todos los testimonios, el juez dictó sentencia condenatoria in voce. Y destacó los cambios de versión del acusado en contraposición a la “credibilidad” de los testigos, que dijeron que el procesado se les ofreció como “abogado de la Cruz Roja”.

En uno de los casos, según consideró probado el juez, se citó con una mujer en un bar para recomendarle que retirara una denuncia contra su ex pareja porque si no ambos iban a ser expulsados del país, y se ofreció a tramitar la retirada por 300 euros. El hermano del denunciado se los entregó. Con la finalidad de ampliar su patrimonio, prosiguió el juez, el acusado les preguntó si conocía a otras personas con problemas con la justicia. Y así llegó hasta la segunda mujer, con la que también quedó en un bar y a la que pidió 700 euros por gestiones para traer a sus hijos a España. Le entregó 160 euros. "En ambos casos no realizó actividad meramente eficaz ", dijo el juez.

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