Caso de congresista indígena reflota tema de racismo y educación en Perú

Prensa Libre, 25-04-2009

LIMA (AFP) –
El caso de una congresista indígena quechuahablante, acusada por un diario de Lima de ignorante por no escribir bien el español, puso de relieve viejos problemas que arrastra Perú: la discriminación subyacente hacia la población de origen andino y el déficit de educación para esa comunidad.


Todo comenzó con la publicación el jueves en el diario limeño Correo (derecha) de un manuscrito de la congresista Hilaria Supa con errores ortográficos al escribir el español, que no es su idioma materno.


Con gran titular y en primera plana el diario exclamaba “¡qué nivel!” y sostenía que sus limitaciones “dejan mucho que desear”, añadiendo en tono sarcástico que “la congresista no tiene quien le escriba”. Además recordó que años atrás Supa trabajó como empleada del hogar.


El escándalo no demoró en estallar en el Congreso donde el diario fue acusado de incurrir en racismo y discriminación.


Tras un largo debate, el Congreso expresó “su más enérgico rechazo y condena por la agraviante información contra le legisladora Hilaria Supa, en que se trasluce una actitud discriminatoria en perjuicio de la condición de quechuahablante de la representante de Cusco”, en el sudeste andino.


El incidente hizo reflotar el problema del racismo que se encuentra a flor de piel en Perú, un país cuya población mestiza tiene mayoritariamente sus raíces en los Andes que atraviesan todo su territorio y con una minoría blanca de origen europeo.


El Instituto de Defensa Legal consideró que “esta discriminación racial y cultural manifiesta un menosprecio a los millones de peruanos y peruanas de origen indígena”.


Antonio Peña, antropólogo de la Universidad Católica, opinó que la publicación del diario no sólo tiene una connotación discriminatoria sino que conlleva racismo e incomprensión de la diversidad cultural en Perú.


“Establecer como requisito para ser congresista el escribir bien el castellano es negar lo que somos; es contrario a lo que es la realidad del Perú”, opinó Peña, citado por el diario El Comercio.


El presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva peruana, el indígena Alberto Pizango, expresó su indignación.


“Esa discriminación mata sicológicamente a las personas. Eso se llama etnocidio. Yo ya estoy curtido de ese tipo de discriminación”, anotó.


En su defensa, la legisladora Supa dijo que si su castellano no es bueno “es porque nunca tuve la oportunidad de ir a una escuela a aprender esa lengua” por lo que su educación fue autodidacta.


“Runasimi rimaqmi kani, manan p’enqakunichu”, dijo Supa orgullosa en quechua en el pleno del parlamento, palabras que en español significan “soy quechua y no me avergüenzo”.


Dijo además que tampoco tiene vergüenza de haber trabajado como empleada del hogar porque eso le sirvió para tener experiencia de vida. “Al insultarme también se está insultando a muchos peruanos que sufrieron o sufren iguales privaciones”, anotó.


La periodista Patricia del Río escribió en el diario Perú21 que “para una niña nacer en el campo implica estar condenada a la falta de oportunidades”, porque debe enfrentar desde hace décadas un choque cultural debido a que el Estado obliga a los quechuahablantes a utilizar el español “pero que es incapaz de enseñarles esa lengua”.

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