Madrid. Más de 800 mil personas perdieron su trabajo en España durante el primer trimestre del 2009, rompiendo la barrera de los cuatro millones de desempleados por primera vez en la historia, situación que un alto funcionario calificó como la “tormenta perfecta”.

La tasa general de desocupados llegó al 17.36 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), según datos del Instituto Nacional de Estadística.

Entre los extranjeros, el número de desempleados también batió un récord, superando el millón de personas. El 28.39 por ciento de la población inmigrante está sin empleo, más del doble que hace un año.

“La cifra es un mazazo”, dijo Octavio Granado, secretario de Estado de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo. “Estamos en el epicentro de la crisis. Es decir, estamos en el núcleo de la tormenta perfecta”.

En total, la tasa de desocupados subió 3.45 puntos porcentuales con respecto del final del 2008 y los calificativos para definir el impacto de la crisis internacional en España empiezan a agotarse. Solo en un año, ese país ha perdido casi dos millones de puestos de trabajo.

El Gobierno reconoció que el dato es peor de lo esperado. De los 802 mil puestos de trabajo que se han evaporado en los tres primeros meses del año, 278 mil pertenecían a inmigrantes.

El número de desempleados llega a las cuatro millones personas, una cifra que nunca se había alcanzado desde que se publican series estadísticas.

La actual tasa del 17.3 por ciento supera en casi en un 1.5 por ciento la previsión del Gobierno para todo el 2009, por lo que los expertos dudan a la hora de fijar un techo para lo que resta de año.

España sigue registrando el desempleo más alto de la Unión Europea. Alemania, con el doble de población, tiene algo menos de 3.6 millones de desocupados.

La nueva ministra de Economía, Elena Salgado, explicó en rueda de prensa que el Gobierno mantendrá el pago de los subsidios y las ayudas sociales, reconociendo la difícil realidad de las miles de personas detrás de la fría estadística.

Salgado señaló que esperan no llegar a los cinco millones de desempleados.

España se encuentra inmersa en recesión después de dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo. El Gobierno prevé que la economía se contraerá 1.6 por ciento en el 2009, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) predijo una caída superior, cercana al 3 por ciento.

Después de una década de crecimiento, la crisis internacional ha golpeado con especial virulencia a la economía española. El colapso del sector inmobiliario ha causado en el último año una reacción en cadena que ha debilitado todo el tejido productivo.

El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha invertido en los últimos meses miles de millones de dólares en planes de rescate, con el objetivo de recuperar la economía, abrir el grifo del crédito y crear puestos de trabajo.

El pasado miércoles, en el Congreso, Zapatero afirmó que el paquete destinado a financiar obra pública para fomentar la contratación de desempleados comenzará a dar sus frutos este trimestre.

No obstante, el presidente español reconoció ante los diputados que España está inmersa en el peor momento de la crisis.

Por ejemplo, según el Instituto Nacional de Estadística, el número de hogares con todos sus miembros desempleados llegó al 1.1 millones en el primer trimestre de 2009, 240 mil más que a finales del año pasado.

El FMI aconsejó al Gobierno de España no aprobar más medidas de estímulo fiscal para reavivar la economía, pese al nivel de desempleo.

“El Gobierno de España ya ha tomado medidas fiscales voluminosas hasta ahora”, dijo en una rueda de prensa Ajai Chopra, subdirector del departamento de Europa del FMI.

“En nuestra opinión, son suficientes por ahora”, añadió Chopra, quien estimó que las medidas aplicadas en el 2008 y el 2009 para reactivar la economía equivalen al 4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

Al FMI le preocupa la estabilidad de las finanzas españolas, en vista del rápido deterioro del balance fiscal.

España pasará de un superávit de más del 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en el 2006 y el 2007, a un déficit del 7.5 por ciento este año y el siguiente, según la entidad.

Ese giro drástico se debe a la recesión y al hundimiento de los ingresos tributarios por el fin de la burbuja inmobiliaria, además de las medidas de estímulo fiscal, según el Fondo.

En el análisis anual del Fondo de su economía, divulgado esta semana, el organismo instó al gobierno a acabar con los ajustes de los salarios según la inflación.

También le pidió poner fin a la diferencia entre los contratos temporales y los indefinidos, mediante la fijación de un nivel igual y “bajo” de compensación por despido, ya que actualmente las personas con contrato indefinido reciben más indemnización.

AP – AFP – EFE