Xin Yi pesa tres kilos, mide 48 centímetros y viste pijama y gorrito rosa. Nació en la calle, en una parada de taxis junto a la estación del Norte de Barcelona la mañana del 20 de abril, a primera hora. Hoy duerme plácidamente en su cuna de la Maternidad del Hospital Clínic. Sólo se asusta con la voz fuerte de su padre, de nacionalidad china. En unas horas estará en casa.

“A las seis de la mañana empezaron las contracciones, se vistió, se duchó y salimos de casa a las siete a buscar un taxi”, explica Eli, la mediadora china del hospital Clínic que traduce las palabras del padre. Ni él ni la madre de Xin Yi, Jine Zhong, hablan una palabra de castellano. “Tuve miedo”, susurra la madre, estirada en la cama. El padre prosigue el relato en mandarín. Todo se precipitó al llegar a la parada de taxis. El bebé salió.

“Pasaba por allí y la vi en el suelo. Cuando me acerqué, los taxistas me dijeron: “Ayúdala tú, que eres mujer”. Le quité los zapatos y el pantalón, vi al bebé, vi que respiraba bien y me tranquilicé. Miré que no tuviera nada en la boca. Entonces llegó otra chica que era enfermera y yo pude dedicarme a la madre. El padre lloraba", explica Nayra.

La madre del bebé no dice nada. Sólo mira a su niña y sonríe de vez en cuando. Llegó a España en 2004 procedente de una zona rural del sur de China y trabaja en una fábrica en Barcelona. Su marido llegó dos años después. Tienen dos hijos que está criando los abuelos en China, pero esperan que muy pronto puedan venir a vivir con ellos a Barcelona. Así lo explica Eli, que hoy tiene mucho trabajo. Hay cola en el hospital: tres mujeres chinas la esperan para hablar sobre su futuro parto en el centro médico. La Maternidad cuenta con tres mediadoras para atender a las pacientes magrebíes, rumanas y chinas que paren en el centro.

“La madre es muy tímida, es una mujer del campo, pero se muestra muy agradecida con las mujeres que le ayudaron a parir en la calle. En China, las parejas tienen un hijo sólo, como marca la ley. Cuando vienen aquí tienen más, aunque ellos no se plantean tener un cuarto hijo”, dice Eli.

Prácticamente 3 de cada 10 niños que nacen en Cataluña tienen uno de los progenitores o los dos extranjeros, según datos de 2007 del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat). Estos nacimientos están aumentando notablemente, ya que en 1997 representaban el 7,8% de los nacimientos y en 2007 ya son el 28,3%. Los más numerosos son los hijos de mujeres marroquíes, seguidos de los hijos de ecuatorianas, bolivianas, rumanas y, en quinto lugar, figuran las madres chinas.