La iniciativa social se consolida como una vía alternativa para crear empleo doméstico

Diario de noticias de Alava, iratxe aguinaco, 21-04-2009

La asociación cuenta con una bolsa de empleo a la que han recurrido ya 1.800 personas, en su mayoría inmigrantes

vitoria. El envejecimiento de la población, el ingreso de la mujer en el mundo laboral y la falta de tiempo dedicado al hogar han llevado a cada vez más personas a demandar empleados de servicio doméstico. Esta nueva realidad y la ausencia de seguridad y calidad en el sector llevó hace dos años a Cáritas a plantear la creación de un recurso que permitiera a los demandantes de personal para realizar labores de casa colgar su oferta en la asociación y a todos los interesados y capacitados para realizar este tipo de labores recurrir a la bolsa de empleo. Así nació Lan Bila, una herramienta que cumple dos años con unos resultados que la confirman como una alternativa firme para cubrir esta necesidad en los hogares alaveses. De hecho, se han conseguido 929 puestos de trabajo en este periodo con esta iniciativa. Además, hasta 1.800 personas han llegado a las diferentes oficinas de la asociación para interesarse por el servicio, que ha recibido desde su nacimiento 1.122 ofertas. Aunque, en realidad, las atenciones han sido muchas más. Y es que, algunos han logrado más de un empleo a través de esta idea.

El proyecto se ha consolidado con el tiempo. Cuando empezó en abril de 2007, tardó poco en demostrar que podía ser un éxito. Y es que en algo más de medio año recibió 702 demandas para 460 ofertas. Gracias a Lan Bila 331 personas lograron un trabajo en el sector doméstico. El año pasado estas cifras se superaron y 782 acudieron a Cáritas para ver si alguna de las 529 ofertas encajaba en su perfil.

Éste respeta un patrón casi unitario. De hecho, los buscadores de este tipo de empleo son casi siempre mujeres y extranjeras. Una tónica que se ha repetido desde que el servicio echara a andar. Así las cosas, las féminas de entre 20 y 40 años concentran gran parte de las solicitudes de Lan Bila. En su mayoría provienen de Sudamérica, África y Europa del Este. El hecho es que no son demasiados los españoles que llaman a las puertas de este recurso. De las 1.800 personas que han entrado en esta bolsa de empleo en estos dos años, sólo 160 son de nacionalidad estatal.

30% de interinas Además, en la mayoría de los casos, las españolas sólo se prestan a trabajos por horas que suponen más del 70% de las ofertas, mientras que a las peticiones de interinidad – con alojamiento incluido en el hogar – sólo responden las extranjeras. Los empleos que se ofertan más habitualmente son el cuidado de mayores y niños, así como la realización de labores del hogar y el acompañamiento temporal a enfermos en rehabilitación o en hospitales.

Y para los que se preocupan del funcionamiento del servicio, Cáritas ofrece unas garantías. El colectivo se preocupa por que ambas partes cumplan con sus obligaciones y tengan sus derechos. De esta forma, a pesar de que como asegura la responsable del programa de Cáritas, Ainhoa Martín, “dejo muy claro que no podemos responder de la persona que mandamos”, la calidad del recurso no queda en entredicho.

El proceso es sencillo. Los voluntarios y trabajadores de Cáritas hacen una selección dentro de las ofertas y demandas existentes en la bolsa de trabajo de Lan Bila y mandan a las familias a tres posibles aspirantes. Una vez que realizan la entrevista, son los propios ofertantes los que eligen o no a una de las personas. Se realiza un contrato en base a todos los requisitos legales que permite a muchos de los extranjeros regularizar su situación y se cumple así también una campaña de sensibilización y concienciación.

Después, se hace un seguimiento para comprobar que la relación entre ambas partes es la adecuada a través de diversas llamadas. Si el trabajador incumple los requisitos de su empleo con faltas graves como hurtos o abandonar a la persona que cuida, se le da de baja en el servicio. Y si la familia es la que no obedece a lo pactado, se busca otro empleo para el solicitante.

Además, este año la crisis se está dejando notar. No sólo porque, como ya han asegurado en varias ocasiones desde la asociación, la petición de ayudas se ha multiplicado sino porque las ofertas son menores y los demandantes mayores. Aunque desde Cáritas se sigue trabajando para que los 115 empleos que se han cubierto estos cuatro meses se multipliquen hasta final de año.

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