En el día de ayer salió del hospital, pero tardará mucho más tiempo en borrar la pesadilla que vivió el pasado jueves en la dehesa de Navalcarbón de Las Rozas. La víctima de este terrible suceso es un abogado de 33 años. Unos ladrones le estuvieron a punto de semiamputar el brazo para quitarle su vehículo Mercedes. Le rajaron con un machete provocándole una herida terrible. Tuvo la fortuna de que su mujer se puso al volante y le llevó directamente al hospital Puerta de Hierro donde consiguieron pararle la hemorragia.Ahora la Guardia Civil busca a estos ladrones.

«Los médicos me dicen que he estado a punto de perder el brazo», asegura este abogado indignado por sufrir este intento de asalto.«La Delegación del Gobierno debe hacer algo, no es admisible que esto te pase a las 14.30 horas en plena calle. Salí de Madrid buscando una zona tranquila y mira lo que me ha pasado». El letrado salió ayer del hospital, donde se le ha practicado una delicada operación para reponerle los tendones, las arterias y las venas dañadas.

Los hechos ocurrieron el pasado jueves al mediodía. El abogado acudió al paraje de la dehesa de Navalcarbón de Las Rozas para recoger a su mujer, que había salido a correr. «Vi que dos hombres iban detrás de mi esposa, paré el coche, me bajé y le dije a mi mujer que entrase porque no me gustaba el aspecto de los hombres».

Sospechosos

Los sospechosos eran dos rumanos con intenciones de robarle el coche, de gran cilindrada, así como el dinero que llevara encima.Sin embargo, la víctima se defendió y se encaró con los atracadores, a pesar de que éstos llevaban un arma blanca, «una especie de machete o hacha bastante grande», según su relato. «Me pidieron las llaves del coche, forcejeamos y conseguí correr y meterme dentro del vehículo», prosigue.

El abogado pudo cerrar la puerta, pero antes de pisar el acelerador se le echó encima uno de los ladrones hacia la puerta delantera.«Tenía el cristal bajado y me lanzó una cuchillada con el machete».El abogado, desprotegido al tener la luna abierta, se cubrió la cara con el brazo y recibió un corte tremendo en el brazo izquierdo.

«Casi me amputan el brazo, pero conseguí arrancar y circular unos 500 metros con la ayuda de mi mujer. Más adelante paré, mi esposa me hizo un torniquete en el brazo y se puso al volante.Me llevo corriendo al Puerta de Hierro», continúa. «No paraba de sangrar, pero por fortuna mi mujer estuvo serena y rápidamente fuimos al hospital. Cuando llegué me dijeron que estuve a punto de perder el brazo».

Los hechos han sido denunciados a la Guardia Civil, que ya investiga el caso. El letrado y su esposa viven en Las Rozas desde hace poco tiempo, ya que cambiaron su residencia en la capital para «conseguir más tranquilidad», ha manifestado su mujer, quien reconoce que ya camina siempre «mirando para todos lados».