Varias familias se marchan del barrio por temor a las represalias

«Desterrados» de las Tres Mil por el tiroteo que mató a un joven

La Razón, 18-04-2009

sevilla – A la espera de los resultados que arrojen las investigaciones policiales y judiciales, en las Tres Mil Viviendas se sienten los efectos del trágico enfrentamiento a tiros entre dos familias que acabó con la muerte de un joven de 17 años por una bala perdida. Varias familias implicadas en el intercambio de disparos permanecen alejadas de la zona, por temor a posibles represalias.
Según informaron fuentes policiales, estos clanes de etnia gitana abandonaron el Polígono Sur prácticamente al día siguiente de que se desatara la reyerta. Fue el pasado 29 de marzo, pasada la una y media de la tarde, cuando el menor y su padre circulaban en un todoterreno, y decidieron detenerse cerca del lugar donde se estaba produciendo la violenta pelea. Una bala perdida acabó impactando en la cabeza del joven, que quedó gravemente herido y que, después de ser intervenido quirúrgicamente y permanecer en coma durante varios días, finalmente falleció en el hospital Virgen del Rocío.
A las puertas de centro sanitario se concentraron desde el primer momento decenas de familiares y amigos del adolescente, también de etnia gitana. Efectivos policiales permanecieron durante varias jornadas desplegados en el entorno del hospital, en prevención de posibles altercados.
Casi al mismo tiempo detectaron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía la marcha de las familias implicadas en el tiroteo de fatales consecuencias. Según informó Europa Press, este abandono obedece al temor a «represalias» por el fallecimiento del chaval o por la propia tensión surgida en la polémica barriada por el enfrentamiento armado.
Las mismas fuentes policiales recuerdan que uno de los clanes que, presuntamente, participaron en la trifulca desembarcaron en su día en el Polígono Sur tras el desmantelamiento del asentamiento chabolista de Los Bermejales. Ahora, estas mismas personas dejan su nuevo hogar para evitar más problemas.
Pese a los esfuerzos administrativos para la regeneración social y urbanística de esta zona, la inseguridad continúa siendo evidente. De hecho, los vecinos vienen reclamando desde hace tiempo un nuevo plan de seguridad, específico para la zona, para garantizar la tranquilidad y evitar incidentes como el que acabó con la vida de este joven.

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