Washington se compromete a buscar con México una «solución integral» al problema de la emigración

ABC, EUGENIO RIVERA | CIUDAD DE MÉXICO, 18-04-2009

Barack Obama concluyó ayer su visita a México con el compromiso de impulsar una «solución integral» que podría afectar a casi siete millones de indocumentados mexicanos en Estados Unidos. Su homólogo mexicano, Felipe Calderón, calificó de «muy esperanzador» el hecho de que la Casa Blanca «tenga una valoración más justa y comprensiva de la migración», y que al mismo tiempo admita la aportación de millones de mexicanos al bienestar de EE.UU.

Calderón consideró que la visita de Obama, la primera del mandatario estadounidense a Iberoamérica desde que llegó al poder el pasado enero, era un «día histórico». El gobernante de México pronostica «una nueva era sustentada en el respeto mutuo y en la responsabilidad compartida» entre los dos países que comparten 3.200 kilómetros de frontera.

El presidente Obama recalcó que México por su parte debe promover mayores oportunidades para contener los flujos de inmigrantes. Instó además a mejorar los intercambios con México, un país por cuya frontera cruzan diariamente «mil millones de dólares de comercio».

Antes de viajar a Trinidad y Tobago, ambos gobernantes abordaron otras cuestiones conflictivas entre los dos países, como son el crimen organizado o Cuba. Las relaciones bilaterales se habían tensado en los últimos meses cuando altos cargos de Seguridad estadounidenses afirmaron que México podía convertirse en un «Estado fallido». Barack Obama admitió en este sentido que Estados Unidos «también tiene responsabilidades y debe hacer su parte» para combatir el narcotráfico en México.

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