Misas en siete idiomas en Pamplona

Castellano, euskera, inglés, latín, rumano, polaco y ucraniano. Los cristianos pueden escuchar misa en todas estas lenguas sin salir de la comarca de Pamplona

Diario de Navarra, PILAR FDEZ. LARREA . PAMPLONA., 18-04-2009

LOS cristianos pueden escuchar misa en siete idiomas sin salir de la comarca de Pamplona. Inglés, latín, rumano, polaco y ucraniano se suman al castellano y el euskera, las dos lenguas oficiales de Navarra, en los actos litúrgicos de las iglesias locales.

En Pamplona, 45 parroquias tienen misas diarias y dominicales en castellano, también hay eucaristías en hospitales públicos y privados, conventos y colegios. Los fieles euskaldunes pueden acudir a cuatro parroquias de la capital para escuchar la palabra de Dios en esta lengua. Son la iglesia de Corpus Christi de los padres Sacramentinos, situada en el paseo García de Nájera; en los Jesuitas, en la parroquia San Francisco de Asís del barrio de Iturrama, y en San Fermín de Aldapa, de los padres Claretianos, en la calle Dos de Mayo.

Sin embargo, el devenir de la población y la llegada de personas de otros países, muchos de ellos cristianos que, en algunos casos, profesan distintos ritos al católico romano, ha convertido a Pamplona en una Torre de Babel a pequeña escala, donde convergen distintas lenguas dentro de una misma religión.

La mayoría de las misas se enmarcan dentro del catolicismo, excepto la que los rumanos celebran en el rito ortodoxo.

Inglés en la Universitaria

Los domingos y días de precepto, a las cinco de la tarde, hay una eucaristía en inglés en la capilla de la Clínica Universitaria de Navarra. La celebra José Alviar, sacerdote filipino que lleva en Pamplona desde 1985. Tiene 54 años, es ingeniero químico y profesor en la facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Lleva más de veinte años al cargo de esta eucaristía y explica que ya se celebraba antes de que él llegara a Navarra. Acuden muchos fieles, dice, entre ellos es habitual la presencia de jóvenes extranjeros que estudian en la misma universidad y aún no dominan el castellano, o simplemente personas que echan de menos una misa en su idioma o los cantos en inglés. Porque también el coro canta en esta lengua. “Además vienen profesores angloparlantes y gente de Pamplona que no tiene vinculación con la Universidad”, apunta y recuerda que la celebración se suspende durante las vacaciones. Los fieles son cada vez más numerosos. “No es que seamos muchos, pero sí viene siempre gente”, dice y confirma que los sacerdotes filipinos que estudian en Pamplona acostumbran a celebrar misa en su lengua, pero únicamente en fechas muy puntuales.

Latín en las Recoletas

Marcus Künkel es un sacerdote alemán afincado en Madrid que se desplaza todos los domingos a Pamplona para celebrar misa en latín. El oficio se celebra cada semana en la iglesia del convento de las Agustinas Recoletas de Pamplona, a la una de la tarde. Se enmarca en este escenario desde hace menos de un año, antes era en la parroquia de El Salvador, en la calle Marcelo Celayeta.

Esta eucaristía se celebra conforme al misal de 1962, anterior al Concilio Vaticano. El papa Benedicto XVI dictó en octubre de 2006, hace dos años y medio, un “motu proprio”, un documento en el que autorizaba a todos los sacerdotes a celebrar esta eucaristía conocida como tridentina. De esta forma, los sacerdotes tienen autorización para presidir este rito extraordinario. En realidad, la misa nunca había desaparecido, pero era necesaria una autorización especial para celebrarla y también es preciso disponer de una preparación específica y de un profundo conocimiento del latín. Es la razón por la que el cura viaja desde Madrid. El Concilio Vaticano II impulsó las liturgias en las lenguas vernáculas; sin embargo, la tridentina se ha mantenido, sobre todo, en Centroeuropa. La estructura de la celebración es muy similar a la actual, aunque el sacerdote se encuentra de espaldas a los fieles. La homilía se dice en la lengua vernácula.

Ucraniano en Seminario

En una de las capillas del seminario de Pamplona se reúnen dos domingos al mes, segundo y cuarto, los seguidores del rito Bizantino, son grecocatólicos, en comunión con Roma y cercanos a los ortodoxos en las formas. El Arzobispado se plantea ahora adecuar algún local para que puedan cumplir los mandatos de su liturgia. Celebran misa en ucraniano. La preside Bohdam Bodnan, oriundo de aquel país. Alfredo López Vallejos, director de ecumenismo y relaciones interreligiosas del Arzobispado de Pamplona, explica que Bodnan lleva unos años en Navarra, pero aún no habla bien español. Su condición de sacerdote católico le permite residir en el seminario. En tiempo de Cuaresma se reúnen también los viernes y López Vallejos destaca la profusión de cantos y las voces de los asistentes. Aunque la misa es en ucraniano, acuden a ella muchos ciudadanos rusos y de otras repúblicas de la antigua Unión Soviética…, donde profesan el rito bizantino.

Rumano en Barañáin

Los ortodoxos tienen una cita semanal, los domingos, en la antigua parroquia de San Pablo de Barañáin. El Arzobispado de Pamplona cedió la iglesia por un periodo de 30 años a la comunidad ortodoxa, que se reúne desde hace casi una década y que está compuesta, mayoritariamente, por rumanos que residen en Navarra, aunque a la eucaristía asisten también rusos, moldavos y búlgaros. El rito, cristiano, pero muy distinto en formas al católico, requiere un iconostasio, un muro que separa al celebrante y a los fieles y con este fin la comunidad adecuó la iglesia. Ion Raducu, sacerdote rumano, es quien preside habitualmente el acto litúrgico que cuenta con numerosa asistencia. Entiende español, pero aún no lo habla, de modo que su compatriota Daniela Mita ejerce de traductora y explica que, además de la misa dominical, el cura acude todos los días a las seis de la tarde al templo para atender a los fieles. Hoy tienen la celebración principal de su Semana Santa.

Polaco una vez al mes

Marek Golab tiene 31 años, es sacerdote, polaco, y se encarga de decir misa en su idioma una vez al mes en el seminario de Pamplona. Numerosos compatriotas asisten al oficio que, normalmente, se celebra en la capilla principal . En invierno, en una más pequeña porque allí no hay calefacción. Golab lleva cuatro años en Pamplona y señala que ya antes existía esta eucaristía.“Normalmente la damos sacerdotes que venimos a estudiar”, dice. Quién acude: familias y estudiantes del programa Erasmus. Calculan que unos 500 polacos residen en Navarra, y, de ellos, 200 en Pamplona. “Nos reunimos los primeros domingos de mes y es una misa muy bonita. Están todos invitados a asistir”, sentencia Marek Golab.

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