El tercer caso de violencia machista en Vitoria en cinco días. El nuevo episodio se registró ayer sobre la una de la madrugada en una vivienda del Casco Viejo, según datos ofrecidos por la Erztaintza. Un varón fue detenido por los agentes de la Policía vasca tras una denuncia de su pareja por malos tratos. Al presunto agresor no le bastó con propinar una paliza a su mujer, sino que incluso la mordió en repetidas ocasiones.

La mujer alertó a la Policía tras la agresión. Una patrulla se trasladó al lugar inmediatamente y se encontró a la víctima deambulando en las cercanías de su domicilio. Mostraba signos evidentes de violencia y de varias mordedoras, según datos ofrecidos por la Ertzaintza.

La calidad de las lesiones hicieron necesario el traslado de la agredida a un centro sanitario de la ciudad. Mientras tanto, los agentes se personaron en la vivienda donde se encontraba el sospechoso, por lo que procedieron a su arresto.

«Vete a tu puto país»

A mediodía de ayer se produjo otra agresión de un hombre contra una mujer y un menor, que además tiene tintes de racismo.

Una joven ecuatoriana, con iniciales G.E.C.R., denunció ante la Ertzaintza haber sufrido tanto ella como su hijo de tres años la agresión de un varón español de unos 50 años de edad.

Según la versión de la denunciante, tras una discusión dentro de una sucursal bancaria de la calle Domingo Beltrán, el supuesto agresor lanzó insultos a la víctima, y le dijo «vete a tu puto país». Ante esta acción la joven le exigió que no la insultara y «que no fuera racista», lo que encendió la cólera del presunto asaltante quien la emprendió a golpes contra la víctima, sin importarle que su hijo se encontraba en sus brazos. «Si no es por dos chicas que pasaban por allí, no sé que habría pasado», comenta la agredida.

Una patrulla de la Policía autonómica se personó en el lugar después de los hechos, pero «tras identificar al agresor, no se lo llevaron detenido», lamenta la joven.

De acuerdo a los partes médicos y la denuncia, a los que ha tenido acceso EL CORREO, a causa de la agresión la víctima sufrió un traumatismo a nivel cervical, mientras el menor sufrió una lesión en la boca.

En otro orden de cosas, la Ertzaintza detuvo a las 9.20 de ayer a un varón tras estrellar su coche, un Seat Ibiza, contra un elemento ornamental por encontrarse en estado de embriaguez. Según la información policial, los ocupantes resultaron heridos leves al salirse el vehículo de la calzada. Tras comprobar el nivel de alcoholemia del conductor, este fue detenido por superar ampliamente la tasa máxima permitida.