Centenares de 'sin papeles' llevan dos meses en huelga de hambre en Bélgica

Prensa Libre, 16-04-2009

BRUSELAS (AFP) –
Unos 600 innmigrantes ‘sin papeles’ que viven en Bruselas están en huelga de hambre, en muchos casos desde hace dos meses, en un pulso con el gobierno belga para que acceda a regularizar su situación.


Si bien las ocupaciones de iglesias, escuelas e incluso de grúas se repiten desde hace años en Bélgica, es la primera vez que un movimiento de inmigrantes alcanza tal envergadura, con una huelga de hambre de graves consecuencias potenciales.


“Estoy dispuesto a seguir así hasta obtener los papeles o hasta la muerte”, aseguró esta semana a la AFP Amed Bobobarry, de 24 años, que inició la protesta el 12 de febrero, junto a otros 102 ‘sin papeles’ de una docena de países africanos.


Bobobarry, de origen guineano e instalado junto a sus compañeros en un aparcamiento subterráneo sin aireación de la universidad flamenca de Bruselas, pesaba entonces 74 kilos. Dos meses después, la báscula marca 54.


A este centenar de huelguistas, se suman otros 280 refugiados en un gimnasio de la Universidad Libre de Bruselas que dejaron de alimentarse hace 45 días, imitados desde principios de abril por 230 ocupantes de una iglesia del centro de la capital.


Equipos médicos expresaron recientemente su “gran inquietud” por el estado de salud de muchos de estos inmigrantes, que sufren “complicaciones severas, potencialmente letales”. Una huelga de hambre puede acabar con la vida de una persona a partir de las siete u ocho semanas.


“Hay una veintena de personas a quienes (los médicos) les dijeron: ‘O bien ponéis fin (a la huelga), o bien moriréis’. Todos decidieron continuar”, explicó el portavoz del movimiento, Omar Diarra.


“Es una acción desesperada, pero no tenemos alternativa, el poder es totalmente autista”, denunció este hombre de 37 años, procedente de Costa de Marfil.


En marzo de 2008, el gobierno prometió una nueva política más flexible para los extranjeros, que pretendía fijar criterios para la atribución de permisos de residencia.


Pero un año después, la coalición en el poder no ha logrado consensuar ninguna propuesta al respecto.


Frente a los huelguistas, el gobierno belga se mantiene firme: “No hay ninguna otra salida que el fin de la protesta. Sus peticiones no pueden ser aceptadas por el poder”, indicó a la AFP el portavoz del ministerio belga de Inmigración, Rolf Falter.


“Tenemos a unas 500 personas en huelga de hambre. Si cedemos, mañana tendremos a 5.000 y pasado, a 50.000”, recalcó el portavoz.

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